Todo favorable a Liverpool resultó el primer tiempo. Fue apabullante la diferencia entre uno y otro equipo pero en el resultado, la diferencia era de tan solo un gol. A los 12 minutos Sadio Mané abrió el marcador tras recibir de Matip, controlar el balón con mucha clase, y definir cruzado ante el arquero Sam Johnstone.
Fue el gol 90 para el senegalés en la Premier League, para convertirse en el cuarto futbolista africano con más tantos en la liga inglesa, por detrás del marfileño Didier Drogba (104), el togolés Adebayor (97) y el nigeriano Yakubu (95).
En la segunda mitdad, Liverpool padeció la lesión de Joel Matip a los quince minutos. En su lugar ingresó el joven inexperto Rhys Williams. El zaguero no se entendió con Curtis Jones en una salida del fondo, y terminaron regalando un tiro de esquina de manera insólita. De ese córner, terminaria llegando la igualdad de la visita cerca del final del partido.
Semi Ajayi, el jugador más alto del campo con sus 193 centímetros de estatura, conectó perfectamente de cabeza un envío desde la derecha de Matheus Pereira, y con suspenso (la pelota dio en el palo primero), superó a Alisson para decretar el empate final.
Liverpool dejó escapar una chance inmejorable para cortarse solo en la punta pero, por culpa de errores propios, lo terminó pagando caro, ante un rival muy inferior, que está en puestos de descenso.