LAS SOSPECHAS tenían razón de ser. Aquellas durísimas críticas de Ronaldinho que apuntaban al desempeño de la Selección de Brasil en la previa de la Copa América no escondían más que una treta publicitaria. Como se diría en el idioma centennial: eran bait.

La Selección de Brasil no esperaba tener en su propia vereda a un enemigo como Ronaldinho, un emblema de su historia y campeón del mundo en 2002.

Fue un fin de semana encendido: el ex jugador de la Selección de Brasil salió a matar viernes y sábado y hasta afirmó que no vería los partidos de su país en la Copa América.

"Nuestro rendimiento ha sido uno de los peores que ya he visto. Es una vergüenza, quizá es uno de los peores equipos de los últimos años", había disparado en una suerte de entrevista publicada en sus redes sociales.

En el vestuario de Brasil y en el público en general dudaron de la veracidad de sus palabras, sobre todo por el pasado publicitario de Ronaldinho.

"Ha sido una sorpresa, no sólo para mí, sino para todo el grupo. Él nunca en su vida dio una declaración de ese tipo. Por el contrario, siempre apoyó a la Selección", dijo Raphinha, de Barcelona, en una rueda de prensa en Orlando, donde se encuetra la Selección de Brasil a la espera del debut ante Costa Rica.

Vinícius Jr también sacó a relucir unas palabras:  "Puede que sea una campaña (publicitaria) o no". Y afirmó que el ex número 10 de la Selección les había pedido entradas para ver los partidos.

El propio Ronaldinho resolvió el enigma y confirmó que era bait: "Nunca abandonaría el fútbol brasileño. En realidad, estas palabras vinieron de hinchas brasileños, son comentarios reales que vi en internet. Imagina escuchar estos mensajes antes de jugar. Nop, la motivación baja. El apoyo de los fans hace una gran diferencia para el jugador. Por eso, me uní a Rexona en este movimiento para animar a la hinchada que no abandona. Estamos pidiendo a todos que envíen mensajes de apoyo".

El mensaje que había sorprendido

"Eso es todo amigos, ya he tenido suficiente. Este es un momento triste para los que aman el fútbol brasileño. Se está volviendo difícil encontrar el espíritu para ver los partidos. Este es quizás uno de los peores equipos de los últimos años, no tiene líderes respetables, solo jugadores promedio para la mayoría".

"He estado siguiendo el fútbol desde que era un niño, mucho antes de pensar en convertirme en jugador, y nunca he visto una situación tan mala como esta. Falta de amor por la camiseta, falta de agallas y lo más importante de todos: el fútbol".

"Repito, nuestra actuación ha sido una de las peores cosas que he visto nunca. Qué pena. Por lo tanto declaro mi renuncia. No veré ningún partido de la Copa América, ni celebraré ninguna victoria".