ALEXIS MAC ALLISTER experimenta un crecimiento imparable y meteórico desde su irrupción en el Mundial de Qatar como gran figura de la Selección Argentina a partir de la derrota con Arabia Saudita en el debut. No sólo se convirtió en fundamental en ese equipo campeón sino que eso lo catapultó a uno de los clubes más importantes del mundo: Liverpool.

Tanto en la Albiceleste como en los Reds cimentó una gran relación con sus respectivos entrenadores: Lionel Scaloni y Jürgen Klopp, que hace muy poco tiempo abandonó su cargo tras un exitosísimo ciclo.

"Scaloni me dio la oportunidad, no me impuse yo. Soy súper agradecido porque este último mes y medio fue muy intenso. Tuve una charla y él me expresó todo su apoyo. Eso me brindó una tranquilidad que quizá él no se dio cuenta, pero yo sentí unas ganas de darlo todo por ese cuerpo técnico que fue muy importante. Siempre me dijo la verdad de las cosas y me apoyó", explicó sobre su vínculo con el oriundo de Pujato. 

En cuanto al alemán, remarcó que "es un personaje hermoso, el día a día con él se disfrutaba mucho, es muy cercano al jugador, siempre intentando hacer chistes. Desde el principio pegué una onda muy buena y me tuve que bancar las cargadas de mis compañeros diciendo que era mi papá", bromeó. 

"Cuando nos contó su decisión de dejar el club fue un golpe duro -reconoció-. Uno genera una gran relación y al poco tiempo esa persona se está yendo, pero soy un agradecido porque me dio la posibilidad de jugar en uno de los clubes más grandes del mundo. Me escribió para felicitarme por la Copa América, está en todos los detalles y es una gran persona".