ESTUDIANTES navega por las aguas que llevan a un modelo de club que acepta inversiones privadas sin convertirse en una SAD, la sigla que más polémica despierta en el fútbol argentino por estos días y que sirve para doniminar a las sociedades anónimas deportivas.
El acuerdo con el empresario estadounidense Foster Gillett para inyectarle al León 150 millones de dólares generó más de una discusión acalorada e incluso no se aprobó todavía por los socios, que discutirán el tema en una asamblea. Pero el presidente Juan Sebastián Verón, entusiasta impulsor de la fusión, afirmó que después de haber construido el nuevo estadio en 2019 y de lograr tres títulos entre 2023 y 2024, "llegamos al techo y ahora debemos empujarlo hacia arriba".
Así lo expresó en una entrevista con La Nación, donde señaló además que ese crecimiento "ya no tiene manera de seguir su evolución" bajo el mismo sistema que lo propició porque "el sistema del fútbol argentino está agotado" y sólo alcanza para mantener otras disciplinas deportivas y no para potenciar el fútbol.
"Nosotros estamos dispuestos a hacer lo necesario para que Estudiantes sea cada vez más grande" y el acuerdo con Gillett "es el futuro. De eso va a alimentarse el club y la institución va a cambiar de escala. Obviamente, esto es un proyecto y llevará un proceso, pero no tenemos dudas de que así será. Así lo ve Foster y ésa es la visión que tiene Estudiantes: no detener la evolución a pesar de estar en un contexto que no acompaña".
Para resumir las características del acuerdo, la Brujita explicó que "un inversor pondrá sus activos con la idea de que la nueva sociedad crezca y a nosotros nos implicará un cambio sustancial, tanto en el presupuesto para el fútbol como en la ampliación del estadio y de las instalaciones".
Luego el máximo mandatario del Pincha recalcó que "Estudiantes no va a convertirse en una SAD básicamente porque mantiene su razón social; lo que sí ocurrirá es que vamos a crear una sociedad en el fútbol y en todo lo que nuclea a este deporte en particular. Por supuesto que el club va a tener presencia en esa sociedad, como tiene que ser. El fútbol sí va a ser una sociedad nueva, pero Estudiantes nunca va a ser una SAD. Eso no va a pasar".
Cuando le preguntaron sobre quién tendrá la palabra final en la toma de decisiones, Verón subrayó que "habrá un directorio del que yo voy a formar parte, y las decisiones importantes, como pueden ser ampliar el presupuesto y una gran contratación, van a ser consensuadas. Después, el día a día va a seguir funcionando de la misma manera, porque se viene haciendo bien eso, y es una de las cosas que Foster conocía y resaltó".
También aclaró que "el club no va a devolver el dinero que reciba: no es que vendemos un jugador y vos te llevás un porcentaje y yo me quedo otro. En la sociedad el inversor pondrá activos, y hay que trabajar para que esa sociedad crezca en valor. Si hoy nosotros facturamos diez, por poner un número, tenemos que llevar esa facturación al máximo: nosotros apuntamos a 100, pero pueden ser 90, pueden ser 80. Ese es el espíritu que tiene esta sociedad: no cuánto se lleva cada uno, sino que todo lo que esa sociedad gane sea reinvertido. Y en un futuro, si el inversor vende parte de sus acciones, ahí estará su ganancia; hoy no".
En cuanto al patrimonio institucional, "no corre riesgo porque no se lo pone dentro del acuerdo. Todo lo que forma parte del patrimonio del club queda por fuera. Lo que yo digo es que, a diferencia de una sociedad anónima pura, como se lo ve desde fuera, en la que los clubes son comprados y pueden quebrar si a la sociedad le va mal, acá eso no puede suceder porque la sociedad civil y el patrimonio quedan por fuera del acuerdo".
El acuerdo con el inversionista norteamericano tendrá "un mínimo de 30 años. Lo que más queremos es que esto dure y se potencie porque implicará que el proyecto del fútbol habrá mejorado y que habremos conseguido ampliar la infraestructura del club".
Sobre el prejuicio acerca de la letra chica del acuerdo, la Brujita señaló que "hay cuestiones que están siendo armadas, discutidas y reglamentadas. Por eso yo hablo de lo macro y no tanto de lo micro ni de las cuestiones específicas. Los abogados y la parte contable están trabajando en los detalles, que pronto van a ser conocidos. La idea es tener un borrador dentro de algunas semanas, y cuando esté armado, revisado y pase por la comisión directiva, el socio tendrá toda la información".
A su juicio, este tipo de vínculos necesitan "que se encuadre bien el marco legal, y que los clubes puedan decidir qué hacer y qué van a ser. Yo creo que cada club debe tener la libertad de elegir".