RIVER ARRANCÓ CON TODO en la Copa Libertadores. Cumplió con las expectativas generadas y se llevó un triunfo tranquilizador después de una semana de cuestionamientos por la derrota en el torneo local.
Fue superior de principio a fin a Deportivo Táchira, pero los goles llegaron en la segunda mitad y de la mano de dos futbolistas que fueron refuerzos para esta temporada y que tuvieron que resistir algunos cuestionamientos.
El primer tanto lo convirtió Sebastián Boselli, el defensor uruguayo campeón del mundo con la Sub 20 de su país y que fue comprado por River en el segundo semestre de 2023. Sin embargo, desde que llegó fue poco utilizado por el DT Martín Demichelis, a quien se lo consultaba por qué tenía poco rodaje.
"La Secretaría Técnica conocía a Sebastián desde hacía meses, venían haciendo un trabajo excepcional desde el seguimiento. Nos aseguramos de incorporar a un central que va a estar, seguramente, diez años acá en la institución. Es jóven, todo el mundo quiere jugar", decía en octubre pasado el entrenador.
Si bien no viajó a la pretemporada en Estados Unidos por estar afectado al equipo charrúa que jugó el Torneo Preolímpico, concluyó el 2023 afianzado y como titular, y le brinda al equipo la posibilidad de cubrir el lateral derecho cuando es necesario.
Este martes, aunque fue de carambola cuando una pelota rechazada que él fue a pelear le impactó en el rostro, le dio el 1-0 parcial al cuadro de Núñez.
Después llegó el antológico tanto de su compatriota Nicolás Fonseca, que la empalmó de derecha y su misil se metió para decretar el 2-0 final, en lo que fue una especie de desquite para el volante que también sufrió cuestionamientos desde que la entidad lo adquirió en agosto de 2023 en más de 2 millones de dólares por el 60% del pase. "No lo tenía estudiado. La vi picar y dije: 'vamos a pegarle'".
El Millo le hizo un contrato por 4 temporadas pero lo cedió a préstamo a Wanderers, donde fue gran figura. Por eso se sumó recién en enero y viajó a la pretemporada. El vicepresidente Matías Patanían tuvo que salir a explicar en su momento que "nosotros nos anticipamos a traerlo en julio cuando Racing y Lanús pugnaban por contar con él. Jamás traería un jugador que sé que el cuerpo técnico no va a poner".
Lo cierto es que el mediocampista de 25 años, nacido en Nápoles e hijo de Daniel Fonseca, ex futbolista de la Banda Roja, tampoco entró con el pie derecho. Durante sus primeros partidos se lo miró con lupa especial y hasta se cuestionó que tuviera jerarquía para saltar del fútbol uruguayo a ser el volante central de un gigante como River.
Sin embargo, él se centró solamente en su juego: "Creo que aproveché mi chance. No es fácil. Fue de menos a más. Cambia mucho de Wanderers a River. Acá te piden ganar, gustar y golear. Hay mucha exigencia y pretenden siempre la excelencia", afirmó hace pocas semanas quien además fue convocado por Marcelo Bielsa a la Celeste y fue muy elogiado por el mítico conductor.
Boselli y Fonseca: dos uruguayos que cambiaron cuestionamientos por elogios y que le dieron a River la llave de su primer triunfo en la Libertadores 2024 que tanto ansía ganar.