NAPOLI fue el ámbito en el que Diego Armando Maradona construyó históricas proezas a nivel club para convertirse en poco menos que un dios (o más que eso) para una ciudad que a través de sus hazañas con la pelota logró trascender más allá del fútbol y concretar una especie de revancha ante la permanente postergación a la que la sometió una Italia más opulenta.
Por eso, al conmemorarse el cuarto aniversario de la desaparición física del astro, el pueblo napolitano le ofrendó un sentido homenaje para reafirmar que permanentemente mantiene viva su figura en cada rincón de su geografía.
El presidente Aurelio Di Laurentiis, el entrenador Antonio Conte y el capitán Giovanni Di Lorenzo se acercaron hasta el lugar del tributo, en el mural más famoso de Diego que se pintó en un edificio del Quartieri Spagnoli, el barrio más popular de la ciudad.
Año a año acuden a esa suerte de santuario miles de admiradores de Diego y en esta oportunidad lo hicieron los tres referentes del equipo celeste portando sendos ramos de flores que se sumaron a otra incontable cantidad que ya habían depositado otros devotos del 10.
El famoso Museo Maradona de Nápoles, propiedad de la familia Vignati y custodiado personalmente por el matrimonio de Massimo y Maria, decidió abrir en forma gratuita este lunes bajo la consigna "traé una flor para Diego".