CUATRO JUGADORAS DE RIVER viven una verdadera pesadilla desde el 21 de diciembre cuando fueron encarceladas por realizar gestos racistas en medio de una verdadera batalla campal con sus rivales de Gremio, en el marco de la Ladies Cup, en San Pablo.
Candela Díaz, Milagros Díaz, Juana Cángaro y Camila Duarte son quienes aún no recuperaron su libertad, tema en el que trabaja un equipo del departamento de Legales del club de Núñez que viajó para resolver in situ la cuestión. La defensa, a cargo de la abogada paulista Thaís Sankari, presentó un hábeas corpus y hasta se pagó una fianza, pero la justicia brasileña no accedió a liberarlas el martes y las cuatro implicadas pasaron incomunicadas la Navidad en la cárcel para mujeres Santana de San Pablo.
Según las informaciones, la imposibilidad de salir antes de la Noche Buena fue por cuestiones administrativas, por lo que se supone que este jueves quedarían en libertad y retornarían a la Argentina.
Los casos de racismo son considerados como delitos graves bajo la ley brasileña y tienen sanciones estrictas. La más complicada es Candela Díaz por el video que la compromete en cuanto al acto discriminatorio en el que imitó los movimientos de un mono. El resto de las implicadas fueron acusadas por conductas parecidas efectuadas en el mismo concepto aunque no haya imágenes.
River, por su parte, ya anunció que tomará medidas disciplinarias con las jugadoras y abrirá un proceso interno una vez que se logre la liberación de las cuatro futbolistas.
En cuanto al torneo que fue ganado precisamente por Gremio al batir a Bahia en la final por penales, se determinó eliminar al Millonario y suspenderlo por dos años de la competencia. "La organización fortalece su posición antirracista y reafirma que nunca tolerará casos de esta naturaleza", indicó la comunicación oficial.