LA SELECCIÓN DE URUGUAY dio un golpe inolvidable al romper la racha del Campeón del Mundo y vencerlo 2-0 en la mismísima Bombonera. Pero el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, tenía motivos para que su alegría por la victoria contra Argentina se viera un tanto opacada.

Primero subrayó la valía de "un triunfo resonante, con una jerarquía y autoridad plena en el campo de juego, en lo colectivo e individual. Un triunfo memorable contra el mejor equipo del mundo, lo que le da una nota inigualable".

Sin embargo, no dejó de señalar lo que a su juicio fue un pésimo arbitraje del colombiano Wilmar Roldán: "Todavía tengo los nudillos doloridos de pegarle a la pared de la bronca que me dieron sus intervenciones. Muchas veces no daba crédito a lo que estaba mirando", se sinceró. 

El dirigente charrúa hizo hincapié en "el sesgo inaudito de una actuación que para un lado favorecía tiros libres inexistentes y para el otro lado cortaba tiros libres que existían y no los daba".

"Yo estoy anonadado por lo que vi. Parecía que fabricaba situaciones para quen nos metieran un gol de tiro libre. Me parece llamativo para un árbitro tan importante como Roldán una actuación tan pobre y tan sesgada", agregó.

Y concluyó así: "No es broma. Me imagino que los televidentes y hasta los propios argentinos habrán sentido lo mismo: ser favorecidos. Uno no debería hablar del arbitraje, pero ahora que se ganó el partido lo puede decir más tranquilo".