REAL MADRID sufrió un durísimo golpe a domicilio. En el Santiago Bernabéu y con todas sus estrellas en cancha, Barcelona lo pasó por arriba y se impuso en el clásico al golear 4-0.

Uno de los tantos fue convertido por el joven Lamine Yamal, quien una vez más demostró su talento, capacidad y personalidad para ser figura en partidos trascendentales, a pesar de su 17 años.

Pese a haber ganado la Eurocopa con España hace cuatro meses, los Merengues no aguantaron la bronca contra el delantero y, en su festejo, lo insultaron de forma racista con términos como "mono", "marroquí infiltrado" o "marrón".

Esto no fue tomado a la ligera por la institución blanca, que emitió un fuerte comunicado en el que condena los actos xenófobos de sus propios hinchas: "El Real Madrid ha abierto una investigación a fin de localizar e identificar a los autores de estos lamentables y deleznables insultos, para poder adoptar las medidas disciplinarias y judiciales pertinentes".