Los hinchas de RACING vivieron una procesión hasta Asunción para ver a su equipo campeón. Más de 40 mil fanáticos viajaron a Paraguay pese a disponer sólo de 12 mil entradas y revolucionaron la capital guaraní.
Sin embargo, la locura por la Academia no se detuvo ahí. El club abrió las puertas del Cilindro de Avellaneda y preparó una pantalla gigante, con varios shows incluidos en la previa, para que otros 20 mil incondicionales vibren a la par del equipo.
Sí, como en 2001, cuando de la mano de Mostaza Merlo gritó campeón en Vélez y copó el Presidente Perón, Racing volvió a llenar dos canchas y conquistó un nuevo título.