ESCÁNDALO en el básquet femenino argentino. El plantel de El Talar, el campeón de la Liga Nacional Femenina, hizo una grave denuncia tras la estadía en Rosario, la ciudad en la que debía jugar ante Náutico Avellaneda por el torneo Clausura.
El club denunció que, mientras las jugadoras estaban en el vestuario visitante, una persona las filmó con un teléfono celular. Por esta razón el equipo decidió no presentarse y el partido fue suspendido.
El Talar emitió más tarde un comunicado al respecto: “Después de unos minutos de ingresar al vestuario, mientras algunas nos estábamos bañando y otras esperaban para hacerlo, vimos un brazo que sostenía un celular negro por arriba de la pared que divide el vestuario de hombres con el de mujeres; el mismo apuntaba hacia las duchas y los cambiadores, donde nos encontrábamos las 12 jugadoras".
Al advertir la situación varias jugadores dieron aviso a los dirigentes de El Talar, quienes alertaron a las autoridades del conjunto local Náutico Avellaneda. En las cámaras de seguridad apareció “un masculino en actitud sospechosa, que entraba y salía del vestuario”.
Tanto la Asociación de Clubes (AdC) como las autoridades de la Liga Nacional Femenina accionaron de inmediato: “Repudiamos completamente el aberrante hecho vivido por las jugadoras visitantes y nos solidarizamos con ellas. Valoramos el rápido accionar del club local poniéndose a disposición a raíz de lo ocurrido. Acompañaremos a las jugadoras y a la investigación de la justicia rosarina hasta las últimas consecuencias".
También publicó su reacción el propio club rosarino: “El Club Náutico Sportivo Avellaneda se solidariza con el plantel femenino de básquet de El Talar y lamenta profundamente el inaceptable incidente denunciado. Como institución, nos ponemos a disposición de las personas afectadas, así como de las autoridades correspondientes, para colaborar en todo lo necesario y asegurar que se esclarezca esta situación".
Rocío Cejas, la capitana de El Talar, por otro lado contó más detalles de lo que vivió el plantel: "Nuestra privacidad estuvo vulnerada. El vestuario tiene una pared que no está pegada al techo, no está cerrado, entonces hay cierta comunicación con el vestuario femenino y masculino. Esa persona con el celular en la mano seguro se subió a alguna silla o mesa y nos filmó".
Y sentenció, en diálogo con Rosario 3: “Hasta lo que sabemos, en las cámaras se ve a un adolescente, viendo y pispeando en los vestuarios. En la filmación se ve que entra y sale, primero entra caminando, vuelve a salir y después entra corriendo. No sabemos mucho más que eso. Por suerte nos escucharon y nos dieron la importancia que debía tener el asunto".
Desde el equipo profesional de básquet femenino de El Talar, tenemos el desagrado de comunicar un hecho que nos sucedió el día de la fecha.
Esta mañana viajamos para jugar la 3ra fecha contra el equipo Náutico Avellaneda de la ciudad Rosario. Apenas arribamos al club fuimos a entrenar, al terminar el mismo fuimos a almorzar y luego todas juntas, nos dirigimos a los vestuarios dispuestos por el club.
Después de unos minutos de ingresar al vestuario, mientras algunas nos estábamos bañando y otras esperaban para hacerlo, vimos un brazo que sostenía un celular negro por arriba de la pared que divide el vestuario de hombres con el de mujeres; el mismo apuntaba hacia las duchas y los cambiadores, donde nos encontrábamos las 12 jugadoras.
Inmediatamente dimos aviso a nuestros dirigentes. Ellos hicieron lo propio con las autoridades del Club Náutico, quienes pusieron a nuestra disposición las cámaras del club en las cuales se pudo visibilizar a un masculino en actitud sospechosa que entraba y salía del vestuario.
Las autoridades de El Talar realizaron la denuncia correspondiente ante la justicia. Repudiamos enérgicamente lo sucedido, por lo cual las jugadoras acompañadas de nuestro staff, decidimos no presentarnos a jugar el partido correspondiente a la fecha donde oficiábamos de visitantes, por considerar un hecho intolerante que viola la privacidad de cada una de las integrantes de este plantel.
Por nosotras, por todos los equipos femeninos sin distinción de deportes y por aquellas mujeres que atravesamos situaciones similares, esto no puede ni debe normalizarse.
Agradecemos el comportamiento de las autoridades de Náutico Avellaneda, las cuales siempre se pusieron a disposición y comprendieron la gravedad del caso.
Seguiremos las acciones que sean pertinentes para que esto no sea solo un hecho aislado y el compromiso de las jugadoras, staff y autoridades del club El Talar es terminar definitivamente con estos actos de una vez y para siempre.