MAX VERSTAPPEN fue sancionado por el organismo rector del deporte después de que describiera su Red Bull como "jodido" en una conferencia de prensa televisada antes del Gran Premio de Singapur del domingo.

Verstappen boicoteó la llamada obligatoria a los medios de comunicación posterior a la clasificación de la FIA el sábado, en respuesta a su castigo, y luego dio monosílabos por respuestas tras terminar segundo en la carrera.

Por fuera de la rueda de prensa oficial de la FIA, al neerlandés le preguntaron si el castigo –cuyos detalles aún están por determinarse– le han hecho replantearse su futuro, y la respuesta fue contundente.

El triple campeón del mundo explicó que está “en una etapa de mi carrera en la que no quiero lidiar con esto todo el tiempo. Es realmente agotador".

“Por supuesto que es fantástico tener éxito y ganar carreras, pero una vez que has logrado todo eso, también quieres pasar un buen rato", añadió el piloto que tiene contrato con Red Bull hasta 2028.

“Si tienes que lidiar con todo este tipo de tonterías, para mí esa no es una forma de continuar en este deporte, eso es seguro”, advirtió Verstappen.

Max había declarado en el Gran Premio de Países Bajos del mes pasado que ya estaba en la mitad de su carrera y anteriormente cuestionó las exigencias de un calendario en constante expansión.

Verstappen, que tiene una ventaja de 52 puntos sobre Lando Norris a falta de seis carreras, concluyó: "Siempre seré yo mismo. No cambiaré mi forma de ser en la vida. En un momento dado, cuando sea suficiente, será suficiente. Las carreras continuarán y la F1 continuará sin mí".