La interna del vestuario del Barcelona

Ayer, mientras la policía reprimía a los civiles que querían votar por el referéndum en Catalunya, el Barcelona debía disputar su partido ante Las Palmas, por la séptima fecha de la Liga española. El conjunto culé pidió a las autoridades por la suspensión del encuentro, pero no se lo permitieron. Finalmente, terminaron jugando a puertas cerradas.

Este lunes, el diario Marca contó cómo se tomó la decisión de jugar el partido. Aparentemente, el propio presidente Josep María Bartomeu bajó al vestuario y les explicó a los jugadores que, si no se presentaban, perderían seis puntos: “Nos jugamos mucho en el terreno deportivo. Y si perdemos la Liga por esos seis puntos, nadie se acordará de la suspensión de este partido y sólo quedará que no somos campeones”.

Según Marca, una gran parte del plantel, comandada por Andrés Iniesta, estaba a favor de jugar, pero le pidieron al dirigente que deje en claro que era una decisión del club (Bartomeu se terminó haciendo cargo) y no de los futbolistas.

Otro grupo, liderado por Gerard Piqué (acompañado por Sergi Roberto), no quería jugar, pero terminaron aceptando que su postura no era apoyada por la mayoría. Marca afirmó que Lionel Messi “no dijo ni mu”, es decir, no se metió en el conflicto. El entrenador Ernesto Valverde apoyó la idea de jugar el partido, lo que terminó sucediendo.