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Orsanic se animó a la tabla se surf
El capitán del equipo argentino de Copa Davis tomó una clase con Santiago Muñiz, el mejor surfista nacional.
Orsanic, sonriente junto a Muñiz
El encuentro fue soñado porque a Muñiz le gusta mucho el tenis. Lo practica de forma recreativa y lo consume. Como muchos argentinos, vivió intensamente la consagración ante Croacia y al día siguiente, mientras leía una nota post título, se enteró que a Orsanic le gusta mucho el surf. Ahí se le ocurrió invitarlo a meterse al agua con él. Daniel, feliz como nene con chiche nuevo, no dudó y, junto a su familia, viajó desde Ostende para una mañana de surf con Santi. Se encontraron en el coqueto balneario Honu Beach-Quiksilver y, felices ambos por vivir la experiencia, pegaron mucha onda ni bien se saludaron. Primero fue el coach quien quiso saber cosas de surf, en especial cómo harían para meterse en un mar que estaba grande y desordenado por el creciente viento sur. Valiente, Orsanic se mantuvo sin opinar hasta que se cambiaron y encararon las olas. Más tarde, tras salir del agua, admitiría que “sin Santi, en este mar no me hubiese metido ni intentado bajar una ola. En el agua soy más conservador que arriesgado. Pero estaba con él…”.
Surfear no fue lo único que disfrutaron. No pararon de charlar, incluso en el agua, mientras se sentaron en las tablas para esperar las olas. “El tenis y el surf son mundos totalmente distintos, pero el alto rendimiento se parece… Hablamos mucho del entrenamiento, de cuánto tiempo le dedica y cómo se prepara para competir. Me contó de su experiencia en el surf y yo le conté de mi forma de entrenar, de la filosofía que uso…", explicó Daniel. Muñiz salió del agua tan feliz como el alumno. “Ya lo admiraba desde antes, por el enorme trabajo que hizo generando ese clima especial en el equipo argentino de la Davis. Imaginate ahora, lo siento como un hermano mayor... Esto me ratifica que los deportistas, no importa de qué deporte vengamos, tenemos una esencia similar, lo que nos permite pasarla muy bien entre nosotros”, reconoció Santiago, quien en febrero comenzará en Australia su nueva búsqueda de llegar al CT.
Tan bien la pasaron que prometieron seguirla. Pero en una cancha de tenis. “Ojalá, me encantaría. Juego al tenis cada vez que puedo y si bien no me siento tan cómodo como en el agua, estoy seguro que disfrutaría una clase con Dani”, se adelantó Muñiz. Orsanic lo escuchó, se tiró para atrás en la silla y lo cerró con una enorme una sonrisa. “Si él disfruta de la clase de tenis la mitad de lo que yo disfruté hoy en el agua te aseguro que se va a ir muy contento".