Los grandes cracks (1920-1931): los backs derechos
El maestro Chantecler rememora a los zagueros derechos que constituyeron “la admiración de su tiempo y reclamaron imperiosamente un puesto destacado en la historia del fútbol nacional”. Con fotos incunables.
La gran cantidad de teams de primera división que alcanzaron a 46 en la época de la división del fútbol —desde 1919 a 1926 — y se redujeron a 34 después de la unificación en el campeonato de 1927 y subsiguientes, motivó que el nivel técnico común de los matches fuese inferior, lo cual es muy explicable, pues por rico que fuese nuestro standard, no es posible imaginar que éste dispusiera de 500 jugadores de primera categoría.
En este sentido, los espectáculos se perjudicaron sensiblemente y sólo hubo luchas lucidas y de interés superior cuando competían los teams más poderosos entre sí, pero, en cambio, el exceso de puestos motivó que no quedase ningún jugador por probar y muchos que en otros tiempos hubiesen quedado ignorados en las divisiones inferiores pudieron exhibir en el círculo privilegiado sus buenas condiciones para triunfar en el deporte. De ahí, más que de otra cosa, debe buscarse la superabundancia de buenos players que ocuparon todos los puestos haciendo que la cantidad de grandes figuras fuese bastante mayor que en las restantes épocas de nuestro fútbol.
Ya hemos visto. en la rememoración, el desfile de unos cuantos guardavallas que en nada cedieron a los más grandes de las dos etapas anteriores y vamos a recordar ahora, como primeros en la ordenación cronológica de los puestos, a los backs derechos que constituyeron la admiración de su tiempo y reclamaron imperiosamente un puesto destacado en la historia del futbol nacional.
EMPECEMOS CON BIDOGLIO
Ludovico Bidoglio, conocida por Vico y actual director técnico de Boca Juniors (el artículo es de 1938), comenzó Jugando de winger derecho en Sportívo Palermo, cuando este club militaba en la división intermedia. Al ascender a primera división, Bidoglio pasó a jugar de back derecho, puesto en el que realizó su excepcional carrera deportiva, pasando a Boca Juniors cuando dejó de actuar Cortella, otro crack de ese puesto, al que me he referido al citar los mejores hombres de la segunda época.
El primer match internacional en que lo vi actuar, fue contra los Vascos en 1922 en aquel famoso partido de presentación en que el team de la Asociación ganó por 4 a 0. Quizá porque el match fue fácil para nuestros defensores, no me llamó la atención el desempeño del entonces joven representante de Sportívo Palermo, pero más tarde y especialmente desde aquel día memorable de 1924 cuando debió reemplazar a Celli que había sufrido la fractura de una pierna en el match contra los uruguayos campeones olímpicos de París, la figura brillante de Bidoglio fue adquiriendo caracteres imborrables y el juicio de los aficionados y los críticos lo sindicaron corno crack absoluto en su puesto.
Insustituible en las representaciones internacionales, durante muchos años Bidoglio abarcó los escenarios de los fields del sur del continente y del viejo mundo, dejando en todas partes hondo recuerdo de su esbelta figura, su limpieza absoluta en la más rica gama de quites y especialmente en el cálculo perfecto de su pase y apoyo al compañero de zaga, al half de su ala y a los forwards. Quizá no fue el hombre que se agigantara en los momentos más críticos Y angustiosos para su valla, pues le faltaba la energía del juego fuerte que distinguía a su compañero de zaga o, poniendo un ejemplo mayor, que caracterizó al gran back uruguayo Nasazzi, pero en el juego común, en la acción general de las alternativas que se producen en los matches, no recuerdo haber visto nunca a un zaguero como Bidoglio, de tanta colocación, limpieza de quite, rechazo calculado y pase matemático al compañero a quien más podía favorecer la jugada posterior.
Hablando de backs se han vertido muchas opiniones valiosas que adjudican, en la larga trayectoria de 40 años, el primer puesto a Bidoglio, es decir, que se le ha juzgado como al mejor back de todos los tiempos y, si no comparto esos juicios de manera absoluta, por lo menos afirmo que, si no el más grande de todos, estuvo a la altura de los que llegaron a la cumbre más alta y que para hablar de sus hazañas en la brillante trayectoria de su carrera deportiva sería preciso llenar muchas cuartillas, pero bastará decir que, tanto defendiendo los colores de Boca Juniors como los argentinos en las luchas contra los uruguayos, en los campeonatos sudamericanos o en las olimpíadas, siempre brilló por la eficacia de su juego y elegancia y variedad de su estilo, por sus dotes de jugador limpio y caballeresco que no empañó nunca y que mucho de los triunfos conquistados tuvieron en él a uno de los principales protagonistas. Así como su carrera de internacional comenzó a raíz de un accidente a otro jugador, la suya terminó de igual manera cuando aún podía esperarse mucho de su experiencia y condiciones.
CASTAGNOLA Y OMAR
Mientras el Rubio Cortella primero y Bidoglio después acaparaban la admiración en los fields de la Asociación Argentina, en los de la Amateurs seguía destacándose Roberto Castagnola, el diminuto back de Racing qua lucía su exacta colocación y notables quites acompañando a Recanatini o Van Kamenad. Al hablar de los zagueros de la segunda época me referí a él como para volver a recordar sus virtudes. Sólo agregaré que culminó su notable carrera en los matches contra los escoceses del Third Lanark en 1923. Y mientras permanecían triunfando esos veteranos en nuestras canchas, otros players pugnaban por conquistar admiración y simpatías. Entre ellos se encontraba Pedro Omar, otro zaguero derecho de San Lorenzo de Almagro que este club había descubierto en Zárate o Baradero, pueblo este último del famoso arquero Rithner. También diminuto, Omar, que integró numerosas representaciones nacionales, se destacó por sus condiciones de caballero intachable que le valieron los motes de "caballero del deporte" o el de Don Pedro, pronunciado con verdadero respeto.
MÁS BACKS INTERNACIONALES
Termino de hablar de dos jugadores de Racing y San Lorenzo. El primero de esos clubs tuvo otros dos de categoría internacional y otro que mereció tenerla. Este último fue Juan Barreto, jugador elegante de excelente quite y kick poderoso que apareció y desapareció como estrella fugaz. Los dos restantes fueron José Della Torre, “Pechito", y José González, "El Ruso" o "Llamarada".
Sucesor de Omar en San Lorenzo fue Oscar Tarrio, club que dejó luego para ir a Newell's Old Boys de Rosario y volver más tarde. Fue muchas veces internacional, puesto que mereció por la riqueza de sus quites, el acierto de su colocación y la seguridad de sus rechazos. Unía a esto un gran dinamismo, todo lo que le hacía producir un rendimiento que nada tenía que envidiar al de los grandes cracks.
MAZZINI, NOBILE Y FELIPE CHERRO
Aun cuando, especialmente los dos primeros, actuaron pocas veces en luchas internacionales, no puede negarse la gran clase que distinguió a Mazzini de Platense, Nóbile de Huracán y Felipe Cherro de Sportívo Barracas. Mazzini en los grandes tiempos de Platense era un digno compañero de otro zaguero izquierdo de gran talla que se llamaba Berti. De acción serena y limpio quite, destacó sus condiciones mereciendo ser designado para enfrentar a los escoceses de 1923, desempeñándose con mucho acierto en el match por Zona Norte, que logró vencer por 1 a 0 al conjunto extranjero.
Nóbile, a su vez compañero de otro destacado back como lo fue Pratto, hizo una gran campaña defendiendo los colores de Huracán y alguna vez los de la Asociación Argentina. Era de juego ágil y técnico, de mucho quite y acción coordinada. En cuanto a Felipe Cherro, alcanzó a ser una figura de primera magnitud, muy aplomado en su acción, de gran quite y poderoso rechazo que en las ocasiones en que la valla de su team fué asediada fue cuando más agrandó su figura, llegando a adquirir proporciones gigantescas, por la firmeza y seguridad de su infatigable labor, lo que motivó que muchas veces fuera designado para los equipos internacionales.
TERMINEMOS CON LOS BACK DERECHOS
A la larga serie de los ya citados, debemos agregar otros — y quizá no mencione a todos los que debiera — para completar la brillante nómina de zagueros derechos de la tercera época: Weissmuller, Choperena, Di Paola, Debuglio, TiIhet, Valsangiácomo, Piaggio, Badino, Forrester. El primero participó en el Campeonato Argentino por Tucumán y luego se radicó en ésta ingresando en las filas de Sportivo Palermo y mereciendo ser designado para integrar el plantel que concurrió a Amsterdam, como suplente. Era un jugador dinámico y de mucho quite. Choperena — el mudo — de River Plate, sobrio y combativo, su cualidad mejor fue la notable seguridad y que nunca de sus labios salieron palabras inconvenientes. Fue reemplazado en su club por BeIvidares, "el gaucho", jugador extraordinariamente movedizo. Di Paola, de Argentinos Juniors, además de otras condiciones que le permitieron triunfar, era notable por la extraordinaria potencia de sus shots. Carlos Debuglio, de Independiente, se destacó por sus quites y mereció a veces ser designado internacional. Su figura no seducía, pero produjo más de lo que parecía. Tilhet fué un gran jugador de Tigre que en el período culminante de su carrera mereció honrosas designaciones en la Asociación Amateurs y lo propio puede decirse de Badino, un seguro y hábil zaguero de F. C. Oeste. Estudiantil Porteño contó en sus filas con un jugador dinámico, múltiple y seguro en. Valsangiácomo; Piaggio destacó cualidades sobresalientes defendiendo los colores de Lanús y, por último, Forrester fue una figura consular en las filas de Vélez Sársfield.
CHANTECLER 1938