2003. San Carlos
El Virrey retornaba a la dirección técnica de Boca con una misión mitológica: conseguir todo después de haberlo conseguido todo. Los detalles del proyecto, el equipo que pasa por su cabeza y la relación con los dirigentes.
![](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/f2/5c/f25cda913f51dad304caa993e8350f5220e7fd70.jpg)
Maria Elena llego temprano. Había dormido poco, carcomida por la ansiedad. Mujer madura y apasionada, caminaba apurada hacia el punto exacto del acrílico, tropezando toscamente con los bordes de las butacas azules de la primera fila. En realidad, tanta torpeza era un trastorno menor. Su concentración no estaba en la armonía motriz, sino en la hidalguía del papel que llevaba en las manos.
El sol de diciembre –del 16 de diciembre de 2001– aguijoneaba las cabezas aquella mañana insólita de fútbol e ingrata de despedida. Una leve asfixia, factura de un aire tan denso y húmedo como sus lágrimas, no le impidió llegar a destino y pegarlo a la salida del túnel local para que el destinatario, Carlos Bianchi, pudiera leer las diez líneas, impresas en azul y amarillo sobre el fondo blanco, cuando volviera al vestuario luego de dirigir el último partido en el club, frente a Independiente:
“Gracias por haberme dado tantas alegrías en estos tres años y medio como técnico de Boca Juniors, en los cuales ganamos tres títulos nacionales y tres internacionales. Vendrá otro técnico, pero usted es irremplazable. Y estoy segura que en 2003 estará otra vez pisando el césped de esta querida Bombonera.” Lo firmaba “María Elena, socia Nº 56.271”, hincha con incipientes rasgos de vidente. Acaso el ser más optimista en aquella mañana donde todo sabía a vacío y desconsuelo.
Un año después, como presagiaba la convicción de la brujita María Elena, Carlos Bianchi regresa a Boca envuelto en un objetivo mitológico: conseguir todo después de haberlo conseguido todo.
EL 2002 DEL VIRREY
–Ya no soy más DT. Ahora soy RR.PP.
Se reía de su ocurrencia, Carlitos. Se reía con el semblante laxo y el aullido dócil que acompañaron su dulzón viaje de doce meses como mero espectador del fútbol. Un viaje con algunas paradas en el Amalfitani para ver al Vélez de su discípulo Carlos Ischia. Un viaje de sintonía codificada para saciar su sed bostera sin levantar polvareda mediática. Un viaje –tortuoso y verdadero– para comentarle el Mundial 2002 a la audiencia mexicana.
–Ya no estudio rivales. Ahora estudio comensales.
Se reía de su ocurrencia, Carlitos. Se reía como se rió todas las veces que fue campeón. Lógico, hay un flash de victoria en ese goce coincidente. Porque Bianchi –dicho esto sin la indexación del tremendismo– también ganó un campeonato en este año sin competencia. Un campeonato interno.
A los 53 años, de vuelta de muchos éxitos, curtido de emociones y apegado a valores que no se mensuran en billetes, Bianchi gozó en plenitud de la unidad familiar. Que siempre fue monolítica en intensidad y sentimiento, pero que por varios años estuvo geográficamente atomizada.
El fútbol es correr detrás de la pelota. Y sus piques caprichosos convierten a los protagonistas en gitanos de una pasión que sólo reconoce sus propios límites. Los Bianchi, por caso, convivieron años enteros con el sabor agridulce de estar juntos pero separados.
![Imagen El Virrey vuelve a la Bombonera. Donde tantas alegrías vivió.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/72/88/7288246bcae65d4eae699df4c15f18bed27f812d.jpg)
¿Quién no escuchó las anécdotas de Margarita, su esposa, cuando Carlos jugaba en Francia? Aquella Margarita que manejaba cientos de kilómetros con los chicos en el asiento de atrás, siguiendo el micro del plantel por rutas serpenteantes, atosigadas por lluvias feroces, neblinas y neviscas.
¿Quién no vio a Margarita, en los miles de viajes de Carlos como entrenador, apostada en los lobbies de los hoteles, casi como una integrante más de la guardia periodística, contenta con sólo cruzarlo una vez en toda la tarde, darle un beso y cambiar una sonrisa? Y a veces ni eso… ¿Quién no la ha visto regresar a su hotel –nunca el del equipo, por prudencia y discreción– vencida en el intento porque a su Bianchi lo absorbían las necesidades del plantel?
Historia antigua: el destino amarró a los Bianchi a Francia. Sus hijos, Mauro y Brenda, acomodaron sus vidas al pulso parisino durante un par de décadas. Y recién cuando el Virrey ancló por primera vez en Boca se plasmó un viejo anhelo: todos volvieron a reunirse en Buenos Aires. Incluso la familia de Mauro, casado con una francesa y padre de los tres nietos de Carlitos: Louis Alexandre, Paul Nicolás y el flamante Charles Gabriel, nacido el viernes 20, día del acuerdo económico con el presidente Macri para su nuevo ciclo en Boca.
El 2002 fue el año de Boca sin Bianchi. Pero también fue el año del pleno disfrute familiar del Virrey. Tiempo para la mujer, tiempo para los nietos, tiempo para la madre y tiempo para regodearse con el éxito del emprendimiento gastronómico de sus hijos…
En la calle Sucre, a metros de Figueroa Alcorta, los Bianchi transformaron en una deliciosa trattoria a una casona en la que, paradójicamente, flotaban algunos duendes futboleros. Porque allí, donde a mediados de año abrió sus puertas “Giulia”, pasó su infancia un tal Javier Saviola…
Con Mauro y Brenda como encargados del local, Bianchi se lanzó a su nuevo oficio “ad honorem”.
–Ya no soy más DT. Ahora soy RR.PP.
Tal cual. De técnico a relacionista público autodidacta, producto de una espontánea evolución. Empezó como probador oficial de todos los platos de la carta y se recibió de RR.PP. el día que comprobó que había saludado a los comensales de todas las mesas. No sólo a quienes lo conocían del mundillo del fútbol.
A partir de allí, se entregó a su nueva rutina: desayuno tempranísimo y lectura de diarios, caminata y ejercicios para mantenerse en forma, función de mediodía en “Giulia”, regreso a casa para una siesta de dos horas y luego el exigente doble turno en la trattoria, hasta el umbral de la madrugada. Todo matizado con un doble disfrute: sus hijos desarrollándose con éxito en un rubro complicado y los nietos a mano para los paseos y las caricias.
¿Un hombre con la trayectoria y los logros de Bianchi podía cambiar semejante tesoro afectivo por otra aventura profesional en el exterior, por una aventura como ya tuvo tantas? No a esta altura de la vida. Eso explica, en buena parte, el rechazo sistemático al medio centenar de ofertas recibidas antes del llamado de Boca. ¡Medio centenar! De selecciones como las de Chile y México a clubes americanos de la importancia del Palmeiras y el Guadalajara, pasando por un rosario de prestigiosos clubes europeos: Barcelona, Paris Saint Germain, Valladolid, Espanyol de Barcelona…
Aceptar era darle marcha atrás al corazón. Y postergar otro pequeño objetivo familiar. Luego de 27 mudanzas por cuestiones profesionales, Bianchi está terminando su nueva casa. Un sitio presumiblemente definitivo. Con la amplitud necesaria para que, por ejemplo, Margarita tenga a mano su inmenso archivo particular. Una parva de recortes que empezó cuando estrenaban el noviazgo y el nombre Carlos Bianchi apareció escrito en el primer periódico barrial. Y que se nutrió, tenaz e implacable, de cuanta mención hayan hecho a su persona en medios de aquí y del exterior. ¿Se imagina el centimil de Bianchi en 35 años de carrera? Tan incalculable como los recortes de Margarita...
ESTRATEGIA 2003
Bianchi volvió a Boca porque nunca quiso irse. Dicen que en los últimos tres meses del ciclo anterior, los que transcurrieron entre el anuncio de su partida y la despedida puntual, sus íntimos se cansaron de escuchar una frase teñida de resignación: “Yo no me quiero ir de Boca, pero no me dejan alternativa…”. Una sensación que flotó en la conferencia de prensa posterior al 5-3 con Independiente: “¿Si hoy me dieron ganas de seguir? Yo tengo una frase que dice: sólo los imbéciles no cambian de opinión. Y bueno, soy un imbécil”.
Aquella vez se negó a explicar los motivos: “Yo sé por qué me voy. Pero no lo voy a decir. Cuando el pueblo quiere saber, ¿quién debe hablar?”. Y mantuvo ese hermetismo ético durante doce meses.
De su boca jamás se escuchó que estaba harto de que un par de directivos no reconocieran los méritos del plantel, recurriendo a ejercicios despectivos para minimizar los lógicos pedidos de mejora económica. O que lo dejaran pegado con decisiones inconsultas, como el desembarco del delantero japonés Takahara. O que algunos directivos famélicos de protagonismo pusieran cara de traste por la veda de ingreso en el vestuario, santuario que el Virrey protege a rajatabla para el exclusivo dominio de jugadores y cuerpo técnico.
![Imagen Su primer ciclo en el Xeneize fue de 1998 hasta 2001. Se destacan las consagraciones en las Copas Libertadores 2000 y 2001. Y también la Intercontinental del 2000.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/41/23/4123ec784fe14ddc225f5346cd72552bceb57bcb.jpg)
Y ese culto a la discreción también lo mantuvo con la procesión de hinchas de Boca que desfilaron por las mesas de “Giulia”. Nunca una palabra de más, siempre una sonrisa evasiva y un concepto respetuoso. Para el club, para su gente y para Tabárez, primera persona con la que habló cuando Boca lo tentó para navegar en el embravecido mar de la oferta y la demanda. “Yo los autoricé, negocie tranquilo”, le dijo el Maestro, ubicándose en un inusual segundo plano.
Desde ese 5 de diciembre hasta ahora, se suceden preguntas de todo tipo. Algunas ya tienen respuesta, otras necesitan tiempo. Preguntas como éstas...
● ¿Macri quedó debilitado trayendo a quien no había podido retener un año antes? No, al contrario. Salió muy fortalecido –“Con este regalo navideño ya no soy el Cartonero Báez, sino Papá Noel”– en vísperas de un año muy particular. En diciembre habrá elecciones en el club (no será candidato) y con esta contratación se aseguró el cierre del mandato en un infrecuente marco de unidad institucional. Eso sin contar la yapa... Quienes respaldan su candidatura política como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también celebraron el acuerdo. Temían un “voto castigo” de los porteños xeneizes si no acordaba con el Virrey…
● ¿Bianchi pidió la cabeza de algún dirigente para volver? No. Pero en un momento de la negociación cuestionó la función de José Cirillo, el secretario técnico, sin juzgar su capacidad. Ocurre que el Virrey está acostumbrado a definir personalmente las cuestiones que están bajo la órbita de quien proponía renovarle a Tabárez por seis meses. En general, prefiere ser él mismo quien determine lugares de concentración, estrategias de viaje y otras menudencias que hacen a la vida cotidiana del plantel. Viejo vicio que le quedó de su paso bautismal por el Reims, modesto club donde fue hombre orquesta: técnico, utilero y secretario técnico al mismo tiempo. Pero como no se trata de un aspecto sustancial, acordó respetarle el rol como síntoma de flexibilidad en la negociación.
● ¿Las agrupaciones políticas de Boca garantizan la continuidad de Bianchi luego del mandato de Macri? Sí. Las nueve fracciones suscribieron un compromiso de adhesión, tal como lo pidió el Virrey en la negociación. De allí que el contrato se haya suscripto por tres años y no por dieciocho meses, como proponía el club originalmente.
● ¿Algún dirigente estaba en desacuerdo con su contratación? No. Los 17 directivos con voto querían que Bianchi fuera el entrenador. Incluso los que responden a la fracción política del ex tesorero Orlando Salvestrini, acaso el que más se incomodó con el Virrey durante la etapa anterior.
● ¿Es cierto que los dirigentes de Boca habían tenido contactos oficiales con Bianchi desde mucho tiempo antes de la finalización del Apertura? No. Algunos dirigentes de Boca se hicieron habitués del restaurante del Virrey, pero jamás lo sondearon oficialmente. Sólo le hablaron después de pedirle permiso a Tabárez.
● ¿Boca institución puede afrontar un contrato anual de 1.300.000 dólares limpios, suma que trepa a los 2.000.000 si se le adosan los impuestos? Macri cree que sí: “En Boca no se improvisa. Después de siete años de superávit, estamos en condiciones de pagar el compromiso que asumimos. No sólo lo digo yo, sino todas las agrupaciones que refrendaron el acuerdo”. En realidad, las voces de discordia vienen del vecindario. Por Núñez y Avellaneda ya se escucharon rezongos: “Pagando esa fortuna rompieron el mercado”.
● ¿Quiénes serán los colaboradores de Bianchi? Dos viejos conocidos: Julio Santella como preparador físico y Carlos Veglio como primer ayudante de campo. Al equipo base se le suma un nuevo integrante: Carlos Compagnucci, que será el segundo ayudante de campo. Ex dirigido suyo en Vélez, Compagnucci siempre tuvo al Virrey como consejero en su breve carrera como entrenador, que abarca fugaces pasos por Vélez e Instituto.
● ¿Cómo será la pretemporada? El plantel retornará de las vacaciones el 7 de enero y entrenará en la Posada de los Pájaros, Tandil, el mismo sitio donde Bianchi inició su primer virreinato, en 1998. El organigrama será el tradicional. Habrá jornadas de doble y triple turno con objetivos obvios: calibrar el estado físico, conocer al grupo y afinar cuestiones técnicas en los amistosos de verano.
● ¿Qué opina Bianchi del actual plantel? Que es excelente, aunque numeroso. De allí que en los próximos días puedan incrementarse las emigraciones a préstamo, tanto dentro como fuera del país.
● ¿Hay algún jugador que no encaje claramente en la idea del entrenador? No. Obviamente, algunos lo convencen más que otros. Pero en todos advierte materia prima para llevar adelante su proyecto.
● ¿Pidió refuerzos? No es prioritario. Pero en las charlas revolotearon dos puestos: un volante por la izquierda y un defensor central.
● ¿Puede volver algún histórico? Sí: Diego Cagna. Primer capitán de la era anterior, cuenta con todo a favor: el pulgar levantado de Bianchi, el respaldo de los hinchas y sus propias ganas. ¿Y Oscar Córdoba? Siempre fue una debilidad de Bianchi. Pero el colombiano quiere seguir probando suerte en Europa. Quizá más adelante.
![Imagen También ganó tres títulos locales. El Apertura de 1998, el Clausura de 1999 y el Apertura del 2000.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/bb/1c/bb1cbca6615cd8fdbde61871159f686a814a0500.jpg)
● ¿Cuál será la prioridad del año? La Copa Libertadores. El Virrey se quedó con las ganas de abrochar el tricampeonato de América y ahora tendrá su revancha. “Los hinchas de Boca se la pasaron diciéndome que quieren volver a Tokio. Y no porque la ciudad sea linda, sino porque ahí se juega la Intercontinental”, bromeó. A propósito, hubo satisfacción por el sorteo. No tanto por la zona, que es dura y obligará a engorrosos traslados aéreos, sino por un detalle para nada menor: si Boca la gana, definirá siempre en la Bombonera, incluso la final. Sobra optimismo. Tanto, que al Virrey se le escapó la palabra “accesible” cuando definió el grupo que también integran Colo Colo, Independiente (Medellín) y Barcelona (Ecuador).
● ¿Bianchi mantendrá la línea de tres que tan buen resultado le dio a Tabárez o se inclinará por la línea de cuatro? Dependerá de la evaluación del plantel. Pero sus equipos, salvo situaciones circunstanciales, siempre defendieron con cuatro. “Es una cuestión matemática: cuatro cubren mejor el ancho de la cancha que tres”, dice el Virrey. En tal sentido, Ibarra, Burdisso, Schiavi y Clemente son número puesto para la titularidad. “La actitud es más importante que los sistemas. Por eso nuestro objetivo inicial será transmitir actitud y equivocarnos lo menos posible en las decisiones para que el equipo aparezca rápido”, sostuvo.
● ¿Cómo formará el medio? Dependerá de cuándo se produzca la incorporación de Ponzio, un jugador apreciado por quite, dinámica y manejo de la pelota parada. Si el volante de Newell’s llega en junio, como se especulaba al cierre de esta edición, Battaglia sería el cinco. Donnet –uno que le encanta– arrancaría como carrilero derecho. Y Cagna, eventualmente, iría por izquierda. La variante sin Cagna contempla a Battaglia por la derecha, Cascini por el medio y Donnet por la izquierda, aunque no se trata de su mejor perfil. Del santafesino gusta la dinámica y el buen pie.
● ¿Insistirá con un enganche no definido, tal como ocurrió en la era Tabárez, o buscará un nuevo “Riquelme”? Otra cuestión que dependerá de la evaluación del plantel. Pero se sabe que su dibujo preferido es el 4-3-1-2 y que no es demasiado afecto a las complicaciones de laboratorio. A Bianchi le gusta que sus equipos tengan un “diez-diez”, característica a la que sólo se acercan el Equi González y el Pelado Pérez, dos de los más flojitos en el segundo semestre. ¿Tevez? Carlitos estará todo enero con el Sub-20, por lo que Equi tendrá la derecha en el verano. Apache demostró que tiene ráfagas de conductor, aunque lo suyo es el área. Es otro de los preferidos del Virrey, que lo promovió a Primera. Le elogia la guapeza y el cambio de ritmo en tres cuartos, además de advertir a un diamante en bruto en definición.
● ¿Y arriba? Al Virrey le encantaron algunas cosas que mostraron Guillermo, Delgado y Tevez en el Apertura, apareciendo los tres por todo el frente y alternando las funciones, incluso la gestación. Por eso que una de sus primeras misiones fue hablar personalmente con el Chelo, no sin antes haberle arrancado a Macri el compromiso de mejorarle el contrato hasta llevarlo al tope del plantel: 350.000 dólares por temporada.
● ¿Qué pasará con el Pampa Sosa? Aunque a Bianchi le parece un jugador interesante, con características similares al Palermo de su primera etapa, es casi un hecho que continuará su carrera en Italia. Boca recuperaría alrededor del 70% del 1.300.000 invertido para que jugara menos de cuatro partidos. Al parecer, Bracamonte conforma al Virrey como cabeza de área. Y suponiendo que pudiera tirar manteca al techo y sugerir un refuerzo en esta posición, probablemente mencionaría a César Carignano, de Colón.
● ¿Y con el Pipa Estévez? Quiere quedarse en Boca. Tiene condiciones que al Virrey le parecen atractivas. Pero algunas actitudes lesionaron la estima de los dirigentes, que no dudarán en negociarlo cuando aparezca una oferta que emparde lo invertido a mitad de año: 1.400.000 dólares.
![Imagen El el técnico más importante de la historia de Boca.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/e7/9e/e79e8dd6ad5fdffacc2a240e12a813c77f745ec0.jpg)
● ¿Cómo se manejará con las divisiones inferiores? Como hasta ahora. La relación entre Bianchi y Jorge Griffa es muy cordial. Es más: el capo de las inferiores xeneizes siempre se deshizo en agradecimientos por las oportunidades que le dio a los chicos del club en el ciclo anterior, en la que promovió a una treintena de nuevos valores.
● ¿Qué línea bajará Bianchi cuando se reúna los jugadores el 7 de enero? 1) “Boca debe ser protagonista de todos los torneos.” 2) “Un eventual título de campeón no lo garantiza mi figura, sino el sacrificio y la actitud que tengan ustedes.” 3) “Si son inteligentes, van a quedar en la historia.”
● ¿Cómo responderá el plantel? Eh… Tanto no sabemos. Habría que preguntarle a la brujita María Elena...
La vieja guardia, entre la alegría y la nostalgia
Varios referentes del ciclo anterior reflexionan sobre el regreso del Virrey. Afecto, admiración y buenos augurios afloran en testimonios de ídolos xeneizes que también sueñan con concretar su propia segunda vuelta.
BERMUDEZ: “El regreso de Bianchi es lo más acertado para tener un futuro exitoso y seguro. El Profe es una garantía… Cuando pronuncian su nombre siento respeto y admiración. Por su trabajo y por sus condiciones humanas. Bianchi conoce el fútbol como pocos. Sabe insertarle sus ideas al grupo. Para nosotros era el motor del equipo. Lógico que su llegada me hace pensar en volver a Boca. Soy de Boca, lo llevo en la sangre… Sé que algún día volveré a trabajar con Carlos, como jugador o asistente. No pienso quedarme con las ganas...”
![Imagen Bermudez](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/44/19/4419bebae4e514d260a1cd192f1154a841a2dca4.jpg)
ARRUABARRENA: “Bianchi es el técnico ideal para Boca, un tipazo en todo el sentido de la palabra. Mi idea es volver algún día a Boca. Y si está Carlos, mejor. Es un técnico sencillo, no pide nada raro y tiene una virtud importante: durante la semana mantiene muy bien a todo el plantel. Lo que más recuerdo es la charla técnica que dio en el Morumbí, antes de la final de la Copa Libertadores contra el Palmeiras, cuando pegó los recortes con declaraciones de Scolari y sus jugadores minimizando a Boca, diciendo que nos iban a ganar.”
![Imagen Arruabarrena](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/5d/88/5d88c859398eb35d57a1966bfb6b6f25dc5cca97.jpg)
SAMUEL: “Este regreso es bueno para Boca y para Bianchi. Ojalá ganen muchas cosas más. Si bien no soy su amigo, mantengo una relación de mucho respeto. Siempre admiré lo bien que hacía sentir a los jugadores, fueran o no titulares. Es una de sus grandes virtudes. Bianchi transmite mucha confianza. Cree que los jugadores somos lo suficientemente inteligentes como para manejar las cosas y eso te pone bien. Sé que un día voy a volver a Boca, igual que a Newell’s, donde empecé. Reencontrarme con Bianchi en Boca sería mucho pedir...”
![Imagen Samuel](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/cf/6d/cf6d1f84538d83c599c50bc772d49a9d06d0424e.jpg)
CORDOBA: “Este año se nos escapó el título por un punto, así que debe tener ganas de solucionar las cosas. Lo que más recuerdo es su carácter. Le dio orden al equipo y al club, cosa que no había. En los clásicos nos motivaba mucho. Decía que eran los partidos que al él le gustaba jugar. Siempre resaltaba que teníamos suerte de estar en actividad, porque él no podía y se moría de ganas. De vez en cuando nos encontramos en Internet, chateando. Me pregunta cómo es el fútbol de Turquía y me cuenta cómo está su familia.“
![Imagen Cordoba](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/2b/83/2b8326fb65e6a8e10afec8dfd2e9ab67db2e3d11.jpg)
TRAVERSO: “Bianchi es la persona más idónea para hacerse cargo del equipo. Por su forma de ser y por haber puesto a Boca en el primer nivel. Con nosotros armó un grupo muy sólido, capaz de superar con mentalidad ganadora las deficiencias futbolísticas. Nos marcó su charla contra River, cuando ganamos 3-0 con el gol de Palermo. Nos habló de un modo tal que queríamos salir a la cancha sin calentar. Ojo: él no hablaba de tácticas, sino de cuestiones anímicas. Salimos con una mentalidad arrolladora. Esa noche nos demostró que es un gran DT.“
![Imagen Traverso](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/ae/df/aedf09f180e1efc7c1f8ce8d66f488d7492dd0fa.jpg)
LOS OCHO TECNICOS QUE SE ANIMARON A VOLVER
Mario Fortunato
1931/37. Años dorados. Boca gana el primer título de la era profesional (1931) y su primer bicampeonato (1934 y 1935). Un equipo práctico, aguerrido y también lujoso, con figuras emblemáticas como Yustrich, Bidoglio, Cherro, Varallo, Benítez Cáceres y Lazzatti.
![Imagen Fortunato.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/e0/68/e068ac71919860a044b858a1ad3202686820e7c2.jpg)
1946/47. Con la base del bicampeón de 1943 y 1944 (Lazzatti, Pescia, Boyé, Sarlanga) fue segundo de San Lorenzo y River. 1953. Tuvo un breve interinato en la pobre campaña que terminó en un séptimo puesto. 1956/57. Otra decepción. Tercero y cuarto, a 3 y 12 puntos de River campeón.
Ernesto Lazzatti
1950. Como no creía en los técnicos, se autotitulaba “administrador del fútbol”, es decir, el empleado del club que les solucionaba problemas a los jugadores. Colman, José Manuel Moreno, Vacca, Campana y Busico integraron un equipo errático que fue subcampeón de Racing a ocho puntos.
![Imagen Lazzatti.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/e4/1f/e41fadc56192847264cf031eb7e0ad18bfacd016.jpg)
1954. La gloria. Logró el título quebrando una racha de diez años de fracasos. Armó un equipo más práctico que brillante, sustentado en la fortaleza de la defensa. Un equipo con apellidos ilustres como Mussimessi, Colman, Edwards, Lombardo, Mouriño, Pescia y Borello.
Adolfo Pedernera
1963/65. Perdió la final de la Libertadores 63 con el Santos de Pelé. Luego ganó el Bi de 1964 y 1965. Roma, Marzolini, Rattin, Rojitas, Menéndez y Valentim estuvieron en la primera vuelta. Menotti, Sacchi, Grillo y Rojas se sumaron para la segunda, que el DT no dio, convaleciente de un accidente.
![Imagen Pedernera.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/b8/4e/b84e4c386e910cb10741eea074d4a4a0a0ccd6d0.jpg)
1966/67. Poco para destacar. Mantenía la base de 1964/65, pero no el rendimiento. Fue tercero de Racing en 1966. Cuarto en el Metro 67 y octavo en el Nacional de ese año, el primero de la historia. No pudo plasmar el potencial individual.
Alfredo Di Stefano
1969. Brillante campeón del Nacional, con dos de ventaja sobre River. A experimentados como Meléndez, Marzolini, Savoy y Rojitas les sumó pibes que venían rompiéndola de abajo: Madurga, Novello, Ponce, Peña… Para muchos, jugó el mejor fútbol que se ha visto en Boca.
![Imagen Di Stefano.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/d9/51/d951e57a55b7b973a5f627a84c3ad1a4b7907063.jpg)
1985. Epoca de innumerables problemas institucionales, con quiebra e intervención incluidas. No pudo transmitirle su personalidad ganadora a un equipo irregular, con nombres como Hrabina, Brown, Passucci, Gatti, Centurión, Tapia y Olarticoechea. Quedó lejos de los primeros puestos.
Juan Carlos Lorenzo
1976/79. Dos títulos nacionales: el bicampeonato de 1976. Y la consagración internacional: las Libertadores de 1977 y 1978 y la Intercontinental de ese último año. Un equipo con oficio, que se recitaba de memoria: Gatti; Pernía, Sa, Mouzo, Tarantini; Benítez, Suñé, Zanabria; Mastrángelo, Veglio y Felman.
![Imagen Lorenzo](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/fd/41/fd4166100226ac437fb407ef71d261791690a852.jpg)
1987. Año turbulento. Arrancó Menotti –llegó a la final de la Liguilla–, continuó Saporitti –duró seis partidos– y el Toto tuvo la mala idea de agarrar. Terminó duodécimo de Newell’s, dirigiendo a Rinaldi, Melgar, Graciani, Tapia, Comas… Había sido tan grande lo de su etapa anterior que la gente se lo perdonó.
Silvio Marzolini
1981/82. Condujo al inolvidable Boca de Maradona, acompañado por laderos como Brindisi, Trobbiani, Benítez, Mouzo, Ruggeri, Gatti, Pernía… Un equipo con costados vulnerables, pero con mucha magia del medio hacia delante. Fue campeón del Metro 81, pero no le dio el cuero para repetir en el Nacional.
![Imagen Marzolini.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/c0/f5/c0f58f5124b0e56dc57baef7b6fad3ab067d4845.jpg)
1995. Navarro Montoya, Fabbri, Manteca Martínez, Acuña, Márcico y Tchami integraban el equipo que fue cuarto de San Lorenzo en el Clausura. Para el Apertura volvió Maradona. Tuvo todo servido, pero sus irregularidades lo hicieron derrumbar ante Racing (4-6). Fue cuarto de Vélez.
Oscar Tabarez
1991/92. Armó la dupla Batistuta-Latorre y logró el Clausura 91, aunque perdió la finalísima con Newell’s. Luego ganó el Apertura 92, cortando de 11 años sin títulos. Estaban Cabañas, Márcico, Giunta, Simón, el Mono… Eslabonó una fenomenal serie de triunfos sobre River y conquistó la Copa Masters 92.
![Imagen Tabarez.](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/97/ce/97cec08fdf0413383e95540815ddedee705b8232.jpg)
2002. Debió tomar la posta del ciclo más exitoso de la historia del club. Soportó la emigración de jugadores emblemáticos (Riquelme, Serna) y le llevó demasiado tiempo armar el nuevo equipo, que sólo apareció en los tramos finales del Apertura. Lo pagó caro: no ganó ninguna de las cuatro competencias del año.
Carlos Bianchi
1998/2001. El ciclo más exitoso de Boca. Seis títulos: Apertura 98, Clausura 99 y Apertura 2000, Libertadores 2000 y 2001 e Intercontinental 2000. ¿La base?Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Samuel, Arruabarrena; Basualdo, Serna, Cagna, Riquelme; Guillermo y Palermo. Más Matellán, Traverso, Delgado y Battaglia.
Por Elías Perugino (2003).
Notas: Tomas Ohanian y Maxi Goldschmidt.