Los druidas de Riquelme: técnicos "inalcanzables" que quiso y tiene como fuentes de consulta
El presidente de Boca tiene entrenadores ideales que, por una u otra razón, no pudieron llegar al Xeneize en esta nueva etapa.
JUAN ROMÁN RIQUELME tiene una manera peculiar de ver y analizar el fútbol. Por su forma de juego cuando fue profesional, cuando llegó a ser el máximo ídolo de la historia de Boca, casi siempre toma decisiones disruptivas para los tiempos que corren.
Ahora, como presidente de la institución y con Diego Martínez en la cuerda endeble, empezó la danza de nombres para un eventual reemplazo en la dirección técnica del club.
¿Será Luis Zubeldía? ¿Volverá Guillermo Barros Schelotto? Nada se sabe todavía, pero lo cierto es que Riquelme no hace otra cosa que pensar en el fútbol de Boca. ¿Hay entrenadores a los que quisiera poder traer? Claro. Dos de ellos, "inalcanzables", pero que los tiene como fuente de consulta. Son sus druidas, su canalización de información, de opinión y de maneras de ver el juego.
Uno de ellos es, sin dudas, José Pekerman, el ex técnico de la Selección Argentina que lo llevó como eje central al Mundial de Alemania 2006. Esta semana, por caso, el experimentado entrenador habló de su relación con Riquelme: “No me lo imaginaba como entrenador… y tampoco como presidente de Boca. Esa sí que no me la esperaba. Conociéndolo bien, él siempre va a defender el fútbol, y ahí nosotros tuvimos una gran conexión. Él siempre convivió con la grieta, desde chico. Él tenía un gran talento, pero yo ya vislumbraba que iba a sufrir mucho… quizás desde ahí nació nuestra conexión”.
Cuando estaba por empezar el año 2024 y Riquelme se había transformado en el nuevo presidente de Boca, el nombre de Pekerman sonó fuerte para la renovada etapa en el Xeneize. Así lo contó entonces: "Siempre llaman, pero es muy difícil a veces pensar que no es el momento adecuado o que no hay coincidencias. Cuando un entrenador tiene un currículum y fue exitoso con una manera de trabajar a veces se exigen cosas que no todos te las pueden dar”.
Sobre el vínculo con Román decía, en aquel momento: ”Con Román hemos hablado, nunca hemos perdido esa buena relación. Todos los muchachos que han pasado por la Selección son especiales. Siempre ha sido de muy buena relación. Pero no coincidimos o por lo menos en ese momento no fue la elección que se rumoreaba... Cada uno sabe si los momentos son los ideales o no. No hay obligaciones, uno debe responder a la expectativa de lo que pretende el club”.
Hablaron, siempre hablan, pero para Riquelme traer a Pekerman resulta casi imposible. Al menos hasta ahora... Se dice, en ese sentido, que Pekerman pretende seguir en el ámbito de las Selecciones nacionales para no estar "obligado" al día a día que exige dirigir a un club. Lo cierto, sin embargo, es que el ex entrenador de la Selección Argentina emerge como una fuente de consulta clave para el presidente.
El otro nombe mitológico que siempre tiene en la cabeza Riquelme es nada menos que el de Carlos Bianchi. Su papá, como alguna vez lo definió. El inconveniente con el Virrey acaso sea que lleva diez años sin dirigir, desde que dejara Boca a mediados de 2014, y atraviesa otra etapa de su vida. Es un patriarca, un héroe legendario, una quimera.
En plena campaña presidencial de diciembre de 2023, el máximo ídolo de Boca contaba en una entrevista: "Tengo un técnico en la cabeza, lo vamos a hacer igual que la otra vez, que lo anuncié al día siguiente de ganar".
Acto seguido, como si hablara específicamente de alguien, soltaba: "Carlos Bianchi es nuestro ídolo, quien nos enseñó a competir. Llegó en el '98, hacía mucho frío en Tandil y nos dijo 'Hola, soy Bianchi' y recién perdimos contra Independiente en el '99, imaginate. Estuvimos 35 partidos sin perder. Todavía seguimos teniendo ese récord de 40. Él cambió la mentalidad de nuestro club, nos hizo creer que ganar la Copa Libertadores es simple y nosotros fuimos afortunados de tenerlo de entrenador".
Además, con un fuerte amor en sus palabras, profundizaba: "Te puedo hablar todo el día de él. Es más que un entrenador para mí, me quiere mucho y yo ya él. Su mujer también. Le hago unos líos bárbaros cada vez que voy a la casa porque me maneja como si fuese mía, él me hace sentir eso... Siempre hablo con él. Yo no voy a usar a nadie para hacer política. Soy feliz de que me quiere, yo lo quiero a él, por ahí me levanto y tengo un mensaje de él, es una persona que quiero mucho. Yo lo veo siempre bien, ama el fútbol, es una persona muy ordenada".