1976. Paracaidista en el sentido estricto
Jugaban Talleres y Ferro cuando desde el aire comienza a descender un hombre con una bandera Argentina, el estadio ovacionó al intruso y el árbitro dejó que se quede en el estadio.
En el lenguaje cotidiano "paracaidista" remite al indeseable que aparece en cualquier reunión social sin ser invitado. Aunque éste fue bien recibido (el estadio lo ovacionó), ninguno de los presentes en la cancha de Talleres lo esperaba. Se jugaba un minuto del partido, que terminaría ganado la "T" de Ludueña y compañía 3-1, cuando una avioneta Piper comenzó a volar a baja altura y de allí se desprendió un hombre que aterrizó en el área con una bandera argentina. Su objetivo era ver el partido y lo consiguió, porque el juez Sergio García le dio permiso para quedarse a un costado del campo de juego. En las tribunas no cabía nadie.
El Gráfico (2002).