DIEGO SCHWARTZMAN quedó a las puertas de la pelea grande en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020: esta madrugada se despidió en octavos de final del single masculino tras perder 6-1, 2-6 y 6-1 contra el ruso Karen Khachanov, el 12º favorito del torneo.

El Peque, 13° del planeta y octavo preclasificado, venía de superar un muy duro escollo en la segunda ronda: el checo Tomas Machac lo había obligado a ponerse el overol y luchar para contraatacar y aprovechar las oportunidades.

Esta noche, en el segundo turno de la cancha 11 del Ariake Tennis Park, el argentino no pudo exhibir la regularidad que lo caracteriza ante el ex 8º del mundo, quien jugó con menos margen de lo habitual y marcó buenas diferencias, salvo por las lagunas que lo atacaron en el segundo parcial.

"Estoy muy caliente. Es difícil jugar así, con estas condiciones. Es una locura jugar con 40 grados de térmica todos los días. Fue un partido para ver quién aguantaba más los puntos. Me da mucha bronca. Podés perder pero las condiciones te matan. Mi calentura surge por haberlo visto tan cansado a él en el tercero y no haber aprovechado las chances", se quejó Schwartzman en diálogo con TyC Sports.

Para Schwartzman se trata de una frustración importante porque tenía la expectativa puesta en meterse en la pelea por las medallas, una zona de la que quedó a las puertas: de haber ganado se habría asegurado un diploma olímpico y habría estado a un escalón de los partidos que entregan los premios mayores.