Los gestos obscenos de un jugador de Racing y su posterior pedido de disculpas
Maximiliano Salas tuvo una repudiable actitud en medio de una agresión y después se arrepintió.
RACING ganó en Rosario un difícil partido contra Newell's, en un Coloso del Parque que bramaba porque el equipo local volvió a perder tras la caída en el clásico con Central.
Sobre el final del partido cayeron diversos proyectiles cerca del cuerpo técnico y los suplentes de la Academia, y una botella de plástico impactó en la cabeza de Gonzalo Costas, hijo y colaborador del entrenador Gustavo Costas.
En ese momento, Maximiliano Salas hizo un repudiable gesto hacia la platea introduciendo su dedo índice en un círculo realizado con la otra mano, lo que no hizo más que multiplicar la ira del público.
Después del partido, el delantero de la Academia se acercó por propia iniciativa a los medios para pedir disculpas: "Se malinterpretó el gesto que hice, fue con un solo hincha que nos estaba reputeando. Fue un momento de calentura, nos tiraron un botellazo. Le pido perdón a la gente de Newell's si se sintió mal, pero no soy ese tipo de personas. No fue mi intención hacerlos enojar a ellos".