Primera División

Un tal Fernández: la resurrección de un pibe de Vélez que sufrió las malas y disfrutó la buena

Damián Fernández experimentó momentos duros, sobre todo en el último tiempo del Fortín. Pero tuvo su merecida revancha en el partido de la consagración.

Por Redacción EG ·

16 de diciembre de 2024

VÉLEZ logró este domingo su estrella número 17 al consagrarse campeón de la Liga Profesional tras la victoria ante Huracán por 2-0. En la última fecha corroboró que fue el mejor de todos a lo largo de un año en el que protagonizó otras dos finales y todavía tiene una tercera por delante el próximo sábado ante Estudiantes en Santiago del Estero, cuando dispute el Trofeo de Campeones.

Como siempre, el sello de los pibes de La Fábrica, como se conoce a la cantera inagotable del club de Liniers, fue muy contundente: Valentín Gómez, Joaquín García, Thiago Fernández y Christian Ordóñez fueron columna vertebral del equipo. Y también pusieron lo suyo Maher Carrizo y Damián Fernández, un defensor de 23 años que ya tuvo que vivir muchas paradas bravas y que por fin tuvo su premio.

Corrió detrás de la magnífica dupla central conformada por Emanuel Mammana y Valentín Gómez, pero le tocó ser titular cuando el ex River estuvo lesionado y cumplió con creces demostrando firmeza y prestancia, aunque la mancha se produjo en la final de la Copa de la Liga en el estadio Madre de Ciudades que el Pincha se llevó por penales, en la que recibió la tarjeta roja a falta de media hora.

Cuando estaba en su mejor momento sufrió la fractura del quinto metatarsiano del pie derecho en la caída por 1-0 ante Boca, ya por la Liga Profesional, en el último duelo antes del receso por la Copa América. Eso lo dejó afuera de la posibilidad de disputar los Juegos Olímpicos ya que había sido preseleccionado por el entonces entrenador de la Selección Argentina Sub 23, Javier Mascherano.

El zaguero nacido en Merlo se recuperó pero sufrió otra expulsión en un duelo clave: contra Rosario Central, la noche en la que los de Gustavo Quinteros perdieron un largo invicto al caer por 3-0 en Arroyito y sembraron algunas dudas en el camino del campeón. Entonces quedó estigmatizado por la supuesta facilidad con la que dejaba a su equipo con un hombre menos y los hinchas lo miraron de reojo.

Dicha sensación se profundizó cuando nuevamente debió dejar la cancha por un planchazo contra Lanús, en el 0-0 en el Amalfitani por la fecha 23.

 

Planchazo y roja para Fernández contra Lanús.
 

Sin embargo, en la noche cúlmine contra Huracán le tocó reemplazar nuevamente a Mammana, suspendido por acumulación de amarillas, y fue el mejor jugador de la cancha al fagocitarse en la marca a Wanchope Ábila. Le ganó en todos los duelos y además se hizo presente en el marcador al convertir el 2-0 con el que Vélez aseguró el resultado.

 

El gol de Damián Fernández para el 2-0 de Vélez.
 

Su grito desaforado fue de alegría y también de desahogo por ponerle un final feliz a una historia que le había presentado algunos capítulos amargos. "No tengo palabras, me puse a pensar todo lo que pasamos en inferiores y en reserva. Hoy estamos disfrutando del sacrificio que hicimos en el año, el hambre de gloria fue clave", señaló ya con la copa bajo el brazo.