La clave escondida de los juveniles de Vélez campeón
Miguel Rondelli, entrenador de Cusco FC y de pasado en las inferiores del Fortín, explicó en diálogo con El Gráfico el gran nivel de varios de los baluartes del ganador de la Liga Profesional.
VÉLEZ fue el equipo que mejor jugó en Argentina en 2024: campeón de la LIGA PROFESIONAL y subcampeón de la Copa de la Liga y de la Copa Argentina, cerró con gloria un año en el que pasó por todos los estados anímicos.
Una de las claves del equipo de Gustavo Quinteros estuvo en los jugadores jóvenes, surgidos de las inferiores del Fortín, a la altura en momentos límite. Joaquín García, Valentín Gómez, Damián Fernández, Christian Ordóñez, Thiago Fernández, Maher Carrizo y Álvaro Montoro son algunos de los juveniles que cumplieron su sueño de coronarse en primera con el club que los vio nacer.
Además, cuatro categorías de las seis de juveniles se consagraron campeonas en AFA: el elenco de Liniers conquistó el título en quinta, sexta, séptima y octava.
MIGUEL RONDELLI, entrenador de Cusco FC, hizo sus primeras armas como DT en las infantiles de la institución y trabajó en reserva y cuarta, divisiones en las que conoció la metodología del club, además de a muchos jugadores que tiempo después triunfaron en Primera.
"Yo tuve a Gianluca Prestianni, Santiago Castro, Maher Carrizo, Álvaro Montoro. Tiene muchos jugadores, cuando empecé a trabajar, el club estaba haciendo un cambio, porque siempre formó buenos, pero no podían asentarse afuera, salvo Mauro Zárate, ninguno explotaba, era como que jugaban solamente en Vélez", explica el técnico en diálogo con El Gráfico.
Sin embargo, una pequeña modificación cambió los resultados y actualmente, los futbolistas son vendidos por millones después de un usufructo deportivo."Se empezó a trabajar en buscar jugadores que pudieran jugar en todos lados y se cambió la captación: le dio mucho interés al jugador de Capital Federal y del Área Metropolitana de Buenos Aires. Los jugadores salen del baby y los clubes más importantes tienen filial ahi, por lo que había que salir a buscar a otros lados, fuera de la ciudad. Empezamos a caminar el conurbano para traer jugadores", recuerda.
Con atracción de infantiles cerca de las distintas sedes de la entidad, emplearon otro método para los descubrimientos en las provincias. "Del interior llegaban directamente con edad de novena. Se armaban selectivos y seleccionábamos solamente a los que estaban por encima de los de Capital. Eso al club le permitió ahorrar mucho en pensión, que no era tan grande. Al club esto le ahorró erogación de dinero y se lo podía mantener en el entorno familiar. Sufren mucho menos los chicos el desarraigo cuando son más grandes que cuando son chicos, porque a la larga es perjudicial", afirma.
Tal es así, que al tucumano Álvaro Montoro y al marplatense Matías Soulé (NdR: se marchó hace años por la patria potestad a la Juventus), el club los fichó tiempo antes de que lleguen a la institución, a la que arribaron con edad de novena. "No nos preocupábamos solo por ganar, dejamos de apuntar a ganar títulos para formar jugadores. Queríamos que sea una marca registrada y algunos se fijaron tanto que nos robaron a Soulé y el Manchester City a Benjamín Garré. El cambio se hizo a partir de la categoría 1999", precisa.
Thiago Almada, Francisco Ortega, Julián Fernández, Gianluca Prestianni, Santiago Castro y Máximo Perrone son algunas de las ventas que el club hizo al exterior en el último tiempo, a raiz de esta transformacion en las formativas. Además del dinero, este trabajo quedó inmortalizado en el undécimo título de la V Azulada y sintetizado en Valentín Gómez, quien con apenas 21 años, disputó más de 100 partidos en primera y fue la gran figura del campeón, aún en la posición de defensor central.
Imagen de Portada: Vélez