Habló Leandro Díaz después del escándalo y la trompada: cuál será su futuro

LEANDRO DÍAZ, delantero de Lanús, fue protagonista de un escándalo días pasados cuando en un amistoso le pegó una trompada a su par de Tigre, Alan Barrionuevo, quien terminó hospitalizado. Tras el suceso parecía cosa juzgada su continuidad en el equipo que ahora dirige Mauricio Pellegrino, y este lunes el propio jugador rompió el silencio.

Todo había nacido por un encontronazo con un juvenil del Matador al que Díaz le arrojó una patada en el piso, lo que motivó la reacción de Barrionuevo y el bochornoso desenlace. "No hablé con Barrionuevo, sino con el otro muchacho, con el que fue primero la jugada. Quizá sí tuve el tiempo pero no la posibilidad de decirle que me disculpe, porque vamos a jugar no a pelear, y que terminar de esta forma queda feo".

En declaraciones a Dsports Radio, el futbolista tucumano sostuvo que "quedó ahí en la cancha y ya está. Después le pedí disculpas al 3 de Tigre, le di un abrazo, le dije: 'amigo, disculpame. No sé por qué reaccioné así ni qué se me vino a la mente'".

 

 

Quien es conocido en el mundo del fútbol como el "Loco", subrayó que "es la primera vez que tuve una situación así, es mentira que me vivo peleando. No sé por que reaccioné así, sinceramente. No soy una persona que busque el problema, aunque me digan que soy loco. Y cuando me equivoco como en esta, tengo que reconocer que el culpable fui yo".

También contó que "algunos compañeros me dijeron que estaba equivocado. Cali (Carlos Izquierdoz) me retó un poquito bastante y también el Laucha (Lautaro Acosta). Les tengo cariño y sobretodo mucho respeto. Fue todo culpa mía, obviamente".

Manifestó con amargura que "no puedo pelearme o discutir con todo el mundo. En su momento en Estudiantes lo he trabajado y pude controlar bastante la ira. Fue un momento difícil en mi carrera. No fue con un coach, ni psicólogo, sino algo peor... Había ido a varios lugares y ninguno me convencía hasta que encontré a una psicóloga en La Plata que me dirigió el demonio hacia adentro de la cancha, no afuera".

¿Se queda o se va de Lanús?

En ocasión del clásico con Banfield de la última Liga Profesional, cuando entró y marcó el gol del triunfo, el delantero que debutó en primera en el Granate sorprendió al declarar que "no juego más con la camiseta de Lanús. Este es mi último partido. Le dije ayer a los chicos que, si hacíamos un gol y ganábamos, el lunes ya no venía más al club. Se están enterando recién ahora los dirigentes".

Ahora, casi dos meses después, aclaró que "Lo dije en broma, pero ahí se me salió de vuelta la cadena. Yo no quería hablar pero como estaba enojado dije eso. Pero ya está, sigo en Lanús, tengo un año más de contrato y estoy muy agradecido. Sobre todo a Luis Chebel".

"No me puedo ir así -señaló-, más por cómo quiero a Lanús. Yo viví y dormí abajo de esa tribuna. Por eso uno le toma un cariño diferente. Estuve tres años en la pensión y volver para ayudar al club cuando estaba peleando el descenso fue muy importante. No me voy a ir, así tenga que entrenarme solo. Cuando me necesiten, voy a estar ahí, a muerte". 

 

También reveló que charló con Pellegrino: "Hoy hablé con el entrenador y también estaba triste y dolido, con todas sus razones. Lo que me dijo es verdad, hablé bastante y reconocí mis errores". Si bien admitió que "hubo conversaciones con la U de Chile pero las ganas mías son de quedarme porque Lanús se merece más de mí y no me quiero ir de esta manera. No sé si tendré más continuidad, lo tiene que decidir el entrenador, pero tengo un año más de contrato".

De cara al futuro, y teniendo en cuenta que aún es un futbolista joven, expresó que "con 32 años tengo bien claro que no me va a afectar en lo más mínimo cuando deje de jugar. No lo voy a extrañar para nada. Me gustaría irme bien de Lanús después de este año, o quedarme si quieren. Pero mi intención es retirarme en Lanús o en Atlético Tucumán. De uno soy hincha y en el otro tengo el corazón, tengo casa en Lanús y me voy a quedar a vivir ahí".