De Gago a Gallardo, Boca y River en la búsqueda de un refuerzo llamado Paciencia
A pesar de la catarata de nombres que reclutaron, ambos equipos tuvieron un comienzo errático en el Torneo Apertura.
![](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_details_large/media/i/33/c8/33c824d6121e354ede2875836d8e83a45af38eee.jpeg)
BOCA Y RIVER generaron una enorme expectativa a caballo de un mercado de pases como hacía tiempo que no se veía y en el que ambos gastaron decenas de millones de dólares. Nombres rutilantes, campeones del Mundo, elementos consagrados en Europa y jóvenes destinados a hacer la diferencia... Sin embargo, la primera imagen que generó ese volumen ingente de recursos futbolísticos puestos al servicio de triunfos avasallantes y dominios concluyentes fue un enorme signo de interrogación.
En el mismísimo templo Xeneize de poco valieron los Ander Herrera, cuyo debut soñado en la Bombonera casi concluye en pesadilla si lo hubieran expulsado por una falta contra Alan Lescano de Argentinos Juniors revisada por el VAR; los Edinson Cavani, con la pólvora mojada; los Marcos Rojo (debió salir en el entretiempo por la enésima molestia muscular) o los Alan Velasco, la segunda compra más cara de la historia Boquense que recién es un atisbo.
En Vicente López no dijeron "aquí estoy yo" los cuatro campeones del mundo convocados para la ocasión de imponer su jerarquía contra un rival más modesto y con una erogación de dinero inversamente proporcional. Tampoco picó el Colibrí Miguel Borja y apenas un cabezazo perdido del paraguayo Matías Roja hizo que se salvara la ropa cuando el traje de gala lucía todo arrugado y con manchas.
Los hinchas de ambos elencos terminaron con una mueca de insatisfacción y un marcado gusto a poco en el paladar. Y ni que hablar de los entrenadores, cada uno a su modo shockeados por la falta de respuesta de sus interlocutores. Si la Bombonera tiembla desde las tribunas, dentro del campo los encargados de hacerla sacudir parecieron inmóviles, paralizados por el hechizo del rival.
La identidad que no vio Gago
Fernando Gago, conductor Azul y Oro, no ocultó su desencanto y si bien valoró que "por momentos" su equipo respondió, fue lacónico cuando expresó que "hay muchas cosas por mejorar" y mucho más concluyente cuando aseguró que "necesitamos una identidad".
"Necesito que el equipo tenga una identidad, no me cambia el nombre del futbolista. Yo necesito que entiendan que queremos ser como equipo y consolidar el juego, la forma de atacar y defender", reflexionó como recostado en el sillón del analista más que ante la atenta escucha del periodismo.
"Es uno de los primeros partidos y eso significa que tenemos que agarrar ritmo futbolístico. Nosotros sabíamos que Argentinos iba a tratar de sostener la pelota y de generar superioridad. A partir de eso, nos faltó la presión, cuando la hacíamos nos perdíamos y nos hacían defender muy bajo. No tuvieron muchas situaciones, pero nosotros saltábamos mal las presiones", concluyó con su análisis de lo que fue una presentación descolorida.
La moraleja de Gallardo
¿Y Marcelo Gallardo? Al Muñeco se lo vio alicaído. El empate de Rojas a pocos minutos del cierre lo celebró a medias, cerrando el puño con un gesto de "menos mal que lo empatamos"y apenas abrazándose con su ayudante Matías Biscay. Ya en la conferencia de prensa, emitió la moraleja que le dejó la opaca performance de su dream team: "Si no sabemos jugar estos partidos, los vamos a padecer. Nos faltó presencia y vuelo futbolístico".
Su análisis fue en tono de advertencia: "El futbol argentino tiene muchos de estos partidos; si no sabemos jugar, los vamos a padecer. Tenemos que estar mentalizados que de estos partidos va a haber muchos. Fue difícil, intentamos hacer nuestro juego, a veces con control, a veces con más dificultad porque la cancha no estaba para jugar de la manera que nos gusta. Es complejo, el rival juega con el resultado, el espacio, nos faltó un poco más de presencia en el último sector del campo".
Conscientes de que la billetera no corta un avance, no tira una pared ni la pone al segundo palo lejos del esfuerzo del arquero, Gago y Gallardo, que tienen a todos los refuerzos que querían tener y quizá vayan por más, aún no lograron que se sume a sus equipos un refuerzo fundamental en los primeros pasos hacia el logro de objetivos de envergadura: la paciencia.
IMÁGENES: FOTOBAIRES
Mirá también
![](http://2022.elgrafico.creatos.com/media/cache/pub_news_default/media/i/6b/1a/6b1a5b75140cc7fb10d8e2476e5aae015deab502.jpg)