El adiós de Del Potro: el fin de una era y un nuevo comienzo

JUAN MARTÍN DEL POTRO decidió crear un recuerdo más en su historia con el tenis. Un último momento desde dentro de la cancha para guardar junto a los fanáticos del deporte argentino.

Uno de los mejores tenistas albicelestes de todos los tiempos tuvo una despedida a lo grande. A la altura de los elegidos como él: con la presencia de una leyenda como Novak Djokovic, el mejor en lo suyo con una raqueta en la mano, quien sin dudarlo cruzó el mundo para acompañarlo en su día especial: "Nuestra amistad creció y fue mayor que una simple rivalidad. Estoy acá para celebrar su carrera". 

Juntos protagonizaron en el Parque Roca un partido entre dos referentes, rivales y amigos. El "Último desafío", como él tandilense decidió catalogarlo, representó el fin del camino y el comienzo de otra etapa.

"Gracias por nunca rendirte", se leía en una bandera. Entre aplausos interminables, Delpo se acercó a la red y colgó su clásica vincha en la red como símbolo de una era que llegó a su conclusión, tal como hizo en febrero de 2022, cuando había dicho adiós oficialmente de la competencia en el Argentina Open en el Buenos Aires Lawn Tennis.

Esa vincha lo acompañó siempre: desde sus inicios cuando aún tenía el pelo largo y era un juvenil lleno de ilusiones hasta sus últimos pasos en una cancha siendo ya un jugador consagrado. El cariño de los fanáticos del tenis también estuvo siempre, en especial cuando las lesiones lo empezaron a atormentar, para brindarle el abrazo que el ídolo tantas veces necesitó.

"Aunque llore les prometo que me voy feliz. No estoy triste. Todo el sufrimiento es parte de mi carrera pero quiero disfrutar este día porque tal vez no vuelva a vivir algo así", dijo Del Potro, quien había anticipado que esta vez prefería que fuera una despedida feliz.

Y así lo cumplió. La Torre de Tandil lloró y se emocionó, pero ya no se derrumbó. Esta vez se fue sonriente, con un recuerdo imborrable para tomar impulso y mirar hacia adelante.