Pekerman: "Yo sabía que Riquelme iba a sufrir mucho"
El ex entrenador de la Selección Argentina reveló detalles de la faceta emocional de Román, con quien mantiene un vínculo especial.
JOSÉ PEKERMAN es tratado, acaso de una manera muy correcta, como una eminencia. Formador de talentos, multicampeón con las Selecciones juveniles, técnico de la Mayor y constructor de grandes equipos en otras Selecciones de Sudamérica, habló de un tema que lo marcó durante 20 años de su carrera: su vínculo con Juan Román Riquelme.
El ex entrenador de la Selección Argentina dibujó un equipo que ilusionó a todos los hinchas camino al Mundial de Alemania 2006, en el que el actual presidente de Boca emergía como el eje del funcionamiento futbolístico.
En aquella Copa del Mundo, en los cuartos de final ante Alemania en Berlín y con el triunfo transitorio por 1-0, decidió sacar a Román cuando corrían 72 minutos de partido. Alemania empató y forzó los penales, instancia en la que Argentina se despidió del sueño.
Esta vez, casi 20 años después de aquel suceso que los marcaría a ambos -fue la única Copa del Mundo que disputó Riquelme-, contó detalles de la faceta emocional del ex mediocampista.
“No me lo imaginaba como entrenador… y tampoco como presidente de Boca. Esa sí que no me la esperaba. Conociéndolo bien, él siempre va a defender el fútbol, y ahí nosotros tuvimos una gran conexión. Él siempre convivió con la grieta, desde chico. Él tenía un gran talento, pero yo ya vislumbraba que iba a sufrir mucho… quizás desde ahí nació nuestra conexión”, dijo Pekerman.
En diálogo con La Nación, profundizó en las razones de su sufrimiento: "Primero me encantaba como jugaba; a una edad tan joven era muy difícil que un futbolista tuviera esa comprensión del juego, porque eso se va incorporado con el paso del tiempo. Y no hablo de las habilidades, sino de las cuestiones prioritarias: él ya tenía la medida de los espacios, de las distancias, la pegada era natural y fantástica. Él tenía un dominio sobre lo que pasaba en el juego a una edad que no es habitual… Pero tengo muchos conocidos que me preguntaban por qué confiaba tanto en Román, porque a ellos no les gustaba. Parece mentira… ¿no? Siempre dividió opiniones, frente al mismo partido algunos decían que Román había sido fantástico, y a otros no les había gustado nada. Él divide".
¿Dónde radicaba la conexión entre ambos? Así lo definió el experimentado técnico: "Tuvimos esa conexión quizá porque de mi decían lo mismo: ‘Está ahí porque es buenito, porque no tiene carácter, porque le van a poner los jugadores…’ Y quizás, quizás, tuve mucha fuerza para cambiar cosas que eran impensadas. Siempre tuve esa conexión con Román, salvo una vez sola y no la voy a comentar. Solamente una vez tuvimos un desencuentro, y fue pasajero, pero en el momento fue duro".
Y expresó mayores detalles respecto de su peculiar manera de jugar: "Él quedó en una grieta que ya casi no existe en el fútbol argentino, pero hay reminiscencias: el jugador que corre menos es cuestionado. Pero resulta que con el que corre más, y no juega tan bien, hay más condescendencia. Hizo esto, hizo lo otro, hizo lo otro… pero al que resuelve situaciones, tiene una mirada diferente y tiene algo que parece que no todos pueden ver o no les gusta ver… se lo juzga distinto. Con los años siguió creciendo… lo que nunca quería perder era la camiseta Nº8, a él le gustaba jugar con la 8, aunque fuera el 10. Y cuando yo pasé a la selección mayor le dije: ‘Creo que nos hemos entendido bien siempre, y en esta etapa vos tenés que ponerte la camiseta número 10, la 10 que fue de Diego, de Kempes, de grandes jugadores…’ Y conmigo la usó".