Un caño sin tocar la pelota y la apuesta con el hermano: así fue el último partido de Juan Román Riquelme en La Bombonera
9 años después, el máximo ídolo de Boca volverá a ponerse los cortos en "el patio de su casa".
"No pensaba que me iba a suceder todo tan rápido. Parece que fue ayer cuando mi viejo me bancó en esto del fútbol. También cuando Soler y Cadars se la jugaron por mí para darme una oportunidad en la reserva de Argentinos. Y mucho más cuando Bilardo confió y me hizo debutar en la primera de Boca. Le voy a estar eternamente agradecido, conmigo siempre se portó un fenómeno..."
Su primer gol llegó rápido, 13 días después de su debut y frente a Huracán, con una asistencia de Alphonse Tchami. 388 partidos, 89 goles, tres copas Libertadores y una Intercontinental después, entre otros tantos que cambiaron la historia de Boca, Riquelme jugaba por última vez en La Bombonera, frente a Lanús, un día de lluvia y cerrando una gran historia de amor.
"Me transpira la mano cuando llego a la cancha de Boca. Llego al Parque Lezama y me pasa de todo. Es mi lugar".
"Nunca va a haber un técnico mejor que ese. Nosotros tuvimos la suerte de que nos dirigió el DT más grande de la historia del fútbol argentino".
En su despedida, hizo uno de los firuletes que no tenía en su haber: un caño sin pelota, que sufrió el pobre de Izquierdoz. La gente nunca lo va a olvidar, el último 10, como lo llaman sus fieles xeneizes.