Edinson Cavani y un clásico soñado que terminó en pesadilla
Cómo fue el partido del uruguayo tras un mes de ausencia y con la responsabilidad de ser la carta fuerte de Boca contra River.
EDINSON CAVANI tuvo un superclásico para el olvido en la Bombonera, totalmente opuesto a lo que el imaginario de Boca tenía en mente con su participación tras un mes de inactividad.
Luego de la larga convalecencia, el Matador de mil batallas saltó a la cancha como titular directamente, a todo o nada, sin ritmo pero con el recurso de la jerarquía intacto como para condicionar al archirrival con su presencia amenazadora en el área.
Pero lejos de aquella tarde en Córdoba ante River cuando se vistió de héroe, anotó un gol y fue figura en el pase a la semifinal de la Copa de la Liga, la tarde del sábado fue aciaga para el charrúa, que ni siquiera pudo patear al arco.
Sus estadísticas marcan que tocó 17 veces la pelota y que registró 7 de 10 pases precisos. Ganó los 4 duelos que disputó y sufrió 4 pérdidas de balón. Además sufrió 4 infracciones.
Al ser reemplazado a los 20 minutos del segundo tiempo por Milton Giménez, Cavani no ocultó su malestar y descontento. Y una vez en el banco de suplentes gesticuló e intercambió un áspero diálogo con Cristian Bardaro, ayudante del entrenador Diego Martínez.
Ya con la frustración del triunfo riverplatense consumado y tras la polémica por el gol anulado a Giménez por mano, el oriental tuvo un duro cruce con el árbitro Nicolás Ramírez: "tienen que aplicar el mismo criterio y dejar de hacer reuniones y romper los huevos", le espetó antes de retirarse al vestuario envuelto en bronca.
IMAGEN DE PORTADA: AFP