Kickboxing y evangelismo: quién es el pastor que bendijo la Copa América
La historia de Emilio Agüero Esgaib, el protagonista inesperado de la ceremonia inaugural en Atlanta.
LA COPA AMÉRICA 2024 tuvo su arranque oficial en Atlanta, con el debut de la Selección Argentina, el equipo defensor del título, que venció 2-0 a Canadá en Atlanta.
Llamó la atención, más allá de la parte deportiva del acontecimiento, una aparición en la previa: un hombre que bendijo la Copa América antes del inicio del torneo.
Se trata de Emilio Agüero Esgaib, un ex soldado paraguayo y actual pastor evangélico que encomendó el trofeo al camino de la fe.
La inscripción "luchador de Cristo" en su indumentaria acaparó la atención de todo el público presente en el Mercedes Benz Stadium de Atlanta, en Georgia.
"Dios bendiga a América. El mensaje de Cristo sigue vigente hoy en día y él nos llamó a la paz, a la comprensión y el perdón. También nos dijo ‘cree’, porque para aquel que cree, todo es posible. Estas palabras nos alientan a no desanimarnos, a creer en grande y creer que todo se puede", expresó el pastor de 53 años.
En la actualidad Agüero Esgaib está a cargo de la iglesia Más que vencedores junto con su esposa Liliam Medina, también de Paraguay.
En el pasado vestía una indumentaria diferente: se subía al ring, arrojaba golpes y patadas en combates de lucha libre en veladas que le valieron el apodo de El Destructor.
En un momento se lo vio públicamente con cinturón de campeón y la misma leyenda en su indumentaria de combate: "Luchador de Cristo".
Durante su carrera permaneció 16 peleas invicto y, además, fue elegido mejor peleador paraguayo por cuatro años consecutivos. Incluso se consagró campeón sudamericano.
Años atrás recordó aquellas época de peleador: "Alguien vio esta foto y me invito a predicar; jamás pensé que esto sería el inicio de mi llamado para la fe".
Y agregó, sobre su camino al evangelismo: "Un pastor me pidió que le fuera a contar mi testimonio a unos chicos. Pensé que iba a ser en un aula, pero cuando llegué al colegio me puso frente a 1600 alumnos. Relaté un poco mi historia, me pronuncié en contra de los vicios y, cuando bajé del escenario, me invitaron a otras escuelas. Sin darme cuenta empecé a recorrer otras instituciones con charlas".
Lo cierto es que el pastor tampoco estuvo ajeno a las controversias sociales por sus posturas públicas en contra de la ideología de género y de la educación sobre diversidad sexual.
En su momento llegó a expresar incluso su preocupación personal por lo que, según sus propias palabras, denomina "promiscuidad sexual" en la sociedad, además de haber criticado abiertamente la legalidad del aborto y el lenguaje inclusivo.