El estadio de Vélez fue -junto con el de River- uno de los escenarios allanados ayer por orden judicial: las autoridades de ambos clubes quedaron imputadas por la violación del artículo 205 del Código Penal, que establece penas por violar las medidas adoptadas por las autoridades para impedir la introducción o propagación de una epidemia; y por excederse en la cantidad de espectadores permitida en el regreso de la vuelta del público a las canchas.
"Quedó claro que no habrá sanciones y seguiremos trabajando desde los clubes para mejorar las medidas de seguridad, en la idea de que el aforo se irá ampliando paulatinamente en la medida en que se mantenga la actual situación de la baja de contagios", señaló Rapisarada, quien también es secretario de la Liga Profesional de Futbol.