A PESAR DE QUE la Selección Argentina debe hacer borrón y cuenta nueva tras la caída en el debut en los Juegos Olímpicos con Marruecos en medio de un verdadero escándalo, todavía resuenan los ecos de los incomprensibles sucesos del miércoles. Uno de los que habló este viernes tras el entrenamiento fue Gerónimo Rulli: "Dolió, fue un golpe muy duro porque al fin al cabo nos sentimos un poco usados, esa es la palabra. Pero ya está, es pasado, cada partido va a ser una final". 

Atrás quedó la suspensión por casi dos horas del partido por las agresiones a los futbolistas nacionales por parte de hinchas marroquíes y la reanudación con el gol anulado vía VAR del gol agónico de Cristian Medina en el decimoquinto minuto de descuento. Ahora sólo queda reponerse.

En tal sentido, el arquero campeón del Mundo en 2022 que refuerza a la Albiceleste Sub 23 que compite en París reconoció que "tenemos el gran ejemplo como espejo de ese partido con México en Qatar; Argentina siempre es favorito, nos tocó ir adelante y que nos lo den vuelta con Arabia Saudita. Pero la reacción marcó un poco lo que se puede hacer y lograr cuando hay compromiso".

Se respira un clima hostil hacia todo lo argentino en París por el antecedente de la final ganada en el Mundial y por el video de Enzo Fernández en el que escuchaba una canción ofensiva para el Seleccionado local y con ribetes de racismo. 

De eso también es consciente Rulli, quien reflexionó en TyC Sports: "Sabemos que estamos en un lugar en el que somos resistidos. Se siente y te lo cuenta la familia: no los tratan del todo bien; eso nos tiene que hacer muy fuertes".

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