LA DURA DERROTA de Boca en la final de la Copa Libertadores ante Fluminense, el pasado sábado en el Maracaná de Río de Janeiro, provocó la desazón por el anhelo incumplido de la Séptima y la renuncia del entrenador Jorge Almirón. Pero, en contrapartida, generó la confianza en los jugadores del equipo brasileño por la conquista de su primera estrella a nivel continental.
Marcelo, el experimentado defensor primera línea mundial de Fluminense, entendió que su equipo demostró ser el mejor del continente y por eso elogió a un compañero argentino: Germán Cano, el temible goleador que marcó el primer tanto en la final contra Boca.
El propio Cano se refirió a una posible convocatoria para el seleccionado nacional: "Es algo que se me va de las manos. Es difícil, no lo manejo. Vamos a seguir haciendo lo mejor por el club. Lo estoy disfrutando muchísimo, todavía no caigo. Todo lo que vengo haciendo en Fluminense en estos años, por los números y por ganar la Libertadores es algo muy lindo y estoy muy feliz".