LA SELECCIÓN ARGENTINA se encuentra desde este sábado en Los Ángeles, a la que llegó luego de sufrir una demora de tres horas en su vuelo para enfrentar este martes a Costa Rica, en lo que será el segundo y último amistoso de la gira estadounidense. 

El primer entrenamiento lo realizó en horas de la tarde en el Coliseo de Los Ángeles, donde hubo rutina en el gimnasio y luego ejercicios físicos en un espacio del campo de juego, además de ejercicios con pelota y fútbol en espacios reducidos.

Más allá de la debilidad del rival al que los campeones del mundo vapulearon el pasado viernes en Filadelfia en un 3-0 que se quedó corto, Lionel Scaloni sacó conclusiones positivas en cuanto a las pruebas que pudo hacer: colocó a Nehuén Pérez en el lateral derecho y Nicolás González en el izquierdo con resultados satisfactorios, además de darle minutos Alejandro Garnacho y a Valentín Barco, quien debutó en la Selección Mayor, para que absorvan de a poco el ADN de la Scaloneta.

Es que el empuje de los más jóvenes que piden pista es un elemento que valora mucho el conductor, y acaso esa certeza de que todos responden con solidez sea el mayor provecho de estos partidos a tres meses del inicio de la defensa de la Copa América.

De cara al choque contra los Ticos, conducidos por Gustavo Alfaro y clasificados hace pocas horas para la cita de Estados Unidos tras el triunfo ante Honduras por 3-1, el DT podría llevar adelante una fuerte rotación para repartir las cargas.

Por eso, no sería extraño que aparezcan entre los 11 nombres como los de Nicolás Otamendi, Nahuel Molina, Alexis Mac Allister y Julián Álvarez. Y podrían salir otras luminarias estelares del habitual equipo como Emiliano Martínez, Cristian Romero, Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Ángel Di María.

De todos modos, se trata de especulaciones que comenzarán a aclararse este mismo domingo en la continuidad del trabajo de un grupo que tiene como premisa intentar siempre un poco más, a pesar de los títulos ganados.
 

IMAGEN DE PORTADA: AFP