LA SELECCIÓN ARGENTINA es un símbolo patrio. En el mundo, nada representa la argentinidad como la camiseta de nuestro equipo de fútbol. No importa dónde uno vaya: la albiceleste establecerá indefectiblemente el origen genético de su portante, y también provocará en los nativos la exhalación de expresiones como "Maradona" o "Messi".
Así comienza la introducción de Pasión Argentina: una historia de la Selección Nacional, del autor Luciano Wernicke, que busca reflejar lo que representa el escudo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) cómo símbolo de la Selección, con las estrellas y los laureles, como un emblema nacional tanto acá como en el resto del mundo.
El autor se propuso, en la obra editada por Planeta, ponerle atención a la vestimenta de la gente en las fechas que celebran el origen de la patria y la titánica misión de sus próceres. Cuenta, en un fragmento del comienzo, que no encontró en esos días especiales gente que luciera la escarapela, pero sí muchísima que lleva orgullosamente una camiseta, un pantalón o una campera con el distintivo de la Selección.
Si bien las prendas hoy son más accesibles ahora que décadas atrás, escribe Wernicke, esa masificación innegablemente es consecuencia del vínculo que se ha generado entre la Selección y los hinchas. En los últimos tres años el equipo comandado por los Lioneles Messi y Scaloni, campeón en la Copa América de Brasil 2021 y en el Mundial de Qatar 2022, se ha transformado en el único referente nacional capaz de regalar un cachito de felicidad genuina a un pueblo desorientado, apremiado por una desesperanzadora realidad económica y social, sacudida además por la horrorosa pandemia importada en 2020.
En el avance la obra también refleja que la Selección disputó en total unos 1.500 partidos, aunque no todos son considerados oficiales, por diferentes motivos en los que se profundiza a lo largo de la lectura. El parámetro para decidir cuál sí y cuál no es, muchas veces, caprichoso: no siempre se utiliza la misma regla para medir la "validez" de un encuentro o de un campeonato.
"Sin embargo, los títulos conseguidos por esos equipos durante ese lapso han sido validados como «oficiales» y se computan como tales, aunque obviamente no lo fueron, porque esos torneos no contaron con el aval de una entidad reconocida por la FIFA. Durante ese período, combinados armados con futbolistas de esos mismos clubes compitieron cuatro veces contra Uruguay. En los historiales acreditados por la AFA, esos choques figuran como «oficiales». ¿Por qué? Porque sí, no hay otra explicación", cuenta el autor.